Si España decidiera mantener el sistema de pensiones tal y como lo conocemos, con los mismos niveles de cotización, necesitaría crear 2,2 millones de empleos en dos años; sería la fórmula para cubrir el agujero de 18.000 millones de euros que la Seguridad Social tiene de déficit.
Según el INE, en 2066 uno de cada tres españoles tendrá más de 64 años. Ninguno de los expertos congregados este jueves por IMF Business School creen que la solución para equilibrar las cuentas de la Seguridad Social pase por mantener el sistema de pensiones sin ningún cambio. Estas son algunas de las medidas que proponen.
 
1. Destopar las cotizaciones
 
Nuestro sistema "es un sistema con tipos estables que han generado una enorme bolsa de fondos de reserva, pero es un fondo que se va gastando", apunta el exministro de Trabajo Valeriano Gómez. Por eso, una de las medidas que, a su juicio, es útil es aumentar los ingresos acabando con el tope de la base de cotización máxima.
Según el exministro, terminar con ese tope cotización podría suponer unos 8.000 millones de euros anuales de ingresos para la Seguridad Social. Esto serviría para cubrir una buena parte del déficit anual que tiene el Sistema, que asciende a unos 18.000 millones de euros.
2. Eliminar las tarifas planas
 
Otra de las medidas para Gómez pasa por "podar las tarifas planas de cotización y resto de estímulos que son costosos". Una parte de las políticas activas de empleo aprobadas por el Gobierno en la última legislatura fue la de reducir las cotizaciones a la Seguridad Social que pagan las empresas o los autónomos. Esta era una forma de incentivar el empleo pero con un coste que no se asumió desde los Presupuestos, sino que se cargó sobre el Sistema de la Seguridad Social.
La ministra de Empleo, Fátima Báñez, ya propuso este martes que estas reducciones en las cotizaciones se convirtiesen en bonificaciones, con lo que se pagarían con cargo a Presupuestos. De este modo podrían conseguirse algo más de 2.000 millones de euros.
Pero el exministro va más lejos. Dado el agujero que tiene la Seguridad Social, Gómez pone sobre la mesa la idea de subir las cotizaciones. En su opinión, no tiene sentido que "en una economía como la española, que ha perdido más de 3 millones de empleos durante la crisis, todavía no hayamos tocado el tipo de cotización", asegura.
 
3. Subir el salario mínimo
 
Subir, progresivamente, el salario mínimo interprofesional (SMI) es otra de las medidas. Una subida del 5% en el SMI generaría ingresos por valor de 200 millones al año a la Seguridad Social. La recuperación de los salarios es una de las claves para elevar los ingresos de la Seguridad Social, lo que permitiría reducir el déficit, sin embargo, algunos expertos creen que la mejor solución no es subir el salario mínimo, sino mejorar la situación de las empresas y la productividad de los trabajadores para conseguir mejores sueldos en todas las capas sociales.
Los bajos salarios son un problema para la sostenibilidad de la Seguridad Social. Las rentas salariales no crecen al mismo ritmo que el PIB, lo que significa que la participación de las rentas salariales es cada vez menor en el conjunto de la renta nacional, explica Gómez. "Si esto es así, los sistemas deberían basarse más en el conjunto de las rentas generadas en la economía", apunta, lo que significaría financiar una parte del gasto del Sistema con cargo a Presupuestos. Además, augura, que "muy probablemente, durante mucho tiempo no podamos ver incrementar las pensiones como hemos visto en el pasado".
 
4. Impulsar un sistema de pensiones mixto
 
España debería ir hacia un sistema de pensiones mixto, como el de Holanda, Reino Unido, Irlanda o Dinamarca. Así lo cree el presidente de Inverco, Ángel Martínez-Aldama. ¿Qué supone un sistema mixto? En la práctica, mantener el sistema de reparto que tenemos actualmente, pero combinarlo con un sistema de capitalización, que supone que parte de la cotización de cada empleado se ahorra para cuando éste se jubile.
De este modo, "el sistema descansaría sobre dos patas en vez de solo en una y podría hacer frente a los retos demográficos mucho mejor", apunta Martínez-Aldama, que reconoce que los sistemas son "muchos y muy variados", pero tenemos que decidir "hacia dónde queremos ir".
 
5. Acercar la tasa de sustitución a la media de la OCDE
 
Otro de los aspectos que podrían sufrir cambios para Martínez-Aldama tienen relación con la tasa de sustitución, es decir,  el dinero que cobra de pensión un trabajador con respecto al último salario, que en España alcanza el 73%. "La tasa media en los países de la OCDE es del 40%, tenemos que ir acercándonos a ese nivel", asegura.

El reto de la Comisión del Pacto de Toledo

Los expertos coinciden en que la Comisión del Pacto de Toledo tiene grandes retos por delante. "Creo que hay que hacer una llamada a los partidos políticos para que sus conclusiones estén suscritas por todos", asegura Martínez-Aldama.
En sus últimas comparecencias, la ministra Báñez está buscando promover un consenso mayoritario. "Es la hora del Parlamento y es la hora del diálogo social", dijo el martes en el Congreso, cuando anunció que "impulsará, de forma paralela a los trabajos de la Comisión del Pacto de Toledo, espacios de diálogo entre sindicatos y la patronal para fortalecer el sistema de pensiones".
Asimismo, rechazó "cambiar la naturaleza de algunas prestaciones", ya que en las últimas semanas habían circulado rumores sobre la intención del Ministerio de sacar las pensiones de viudedad y orfandad del Sistema de la Seguridad Social y llevarlas a los Presupuestos. Báñez ve con buenos ojos la posibilidad de financiar estas pensiones con impuestos, pero sin sacarlas de la Seguridad Social.

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