Volkswagen pagará una multa de 4.300 millones de dólares a Estados Unidos para poner punto final al expediente por el escándalo de las emisiones.
El anuncio llega apenas un día después de que las autoridades estadounidenses detuvieran a Oliver Schmidt, ejecutivo responsable del departamento de cumplimiento de la reglamentación, quien ocupó el cargo hasta marzo de 2015. Schmidt es el primer detenido por el trucaje de los motores diesel que afecta a cerca de 600.000 automóviles en Estados Unidos.
Este pacto permite a la compañía alemana evitar que la investigación de los motores trucados llegue a los tribunales. De este modo, la multa de 4.300 millones se suma así a los 17.500 millones que ya pactó para compensar a los propietarios de los vehículos afectados y a los concesionarios.
Volkswagen ha admitido que sus motores diesel de 2 y 3 litros estaban trucados para ocultar sus emisiones reales de óxidos de nitrógeno, un producto considerado cancerígeno por las autoridades sanitarias.