Los datos son definitivos. El Índice de Precios de Consumo (IPC) bajó un 0,5% en enero respecto al mes anterior y elevó 1,4 puntos su tasa interanual, hasta el 3%, quinta tasa positiva consecutiva y su nivel más alto desde octubre de 2012, según lo publicado este miércoles en la nueva base 2016 por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Así, estadística confirma el subidón que dieron los precios en el primer mes del año como consecuencia del encarecimiento de la electricidad y de los carburantes.
En enero, el Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) elevó 1,5 puntos su tasa interanual, hasta el 2,9%, al tiempo que la variación mensual se situó en el -1%. En términos mensuales, el IPC retrocedió un 0,5% en enero respecto al mes anterior, su menor descenso en este mes desde el año 2006, cuando bajó un 0,4%.
La inflación subyacente (no incluye los precios de los productos energéticos ni de los alimentos no elaborados) aumentó una décima en enero, hasta el 1,1%, situándose casi dos puntos por debajo de la tasa general del IPC.
EL PRECIO DE LA LUZ Y DE LA GASOLINA
Son dos factores básicos los causantes del fuerte repunte del IPC interanual en enero: la electricidad y las gasolinas. En concreto, el grupo de transporte elevó casi tres puntos su tasa interanual en enero, hasta el 7,6%, por el encarecimiento de los carburantes, frente a la bajada que experimentaron en igual mes de 2016.
El grupo de vivienda, por su parte, incrementó más de 6,5 puntos su tasa interanual, hasta el 7,4%, por el repunte de los precios de la electricidad y, en menor medida, por el de los precios del gasóleo para calefacción y el gas.
Entra el café monodosis, sale el brandy
Con la implantación de la nueva base, se mejora la representatividad de este indicador mediante cambios en la composición de la cesta de la compra y la actualización de la estructura de ponderaciones.
Una de las operaciones fundamentales en el diseño metodológico del IPC es la revisión de la cesta de la compra, el conjunto de los bienes y servicios seleccionados para realizar el seguimiento mensual de los precios.
La selección de los artículos que forman parte de la cesta de la compra se realiza en función del gasto de los hogares en cada uno de ellos. La fuente principal utilizada para obtener la información sobre el gasto es la Encuesta de Presupuestos Familiares (EPF), dirigida a los hogares, y que proporciona información detallada sobre los gastos de los bienes y servicios y su estructura de consumo.
Por tanto, en este proceso de revisión de la cesta se trata de establecer una muestra de bienes y servicios representativos del consumo, eliminando aquellos que hayan perdido su importancia dentro del consumo de los hogares e incorporando otros cuya relevancia haya aumentado. Este procedimiento sirve también para realizar ajustes en la cesta, eliminando productos con poco peso en parcelas que ya incluyen productos más representativos, y aumentando o disminuyendo el número de precios a recoger de cada producto, en función de su variabilidad de precios y su nueva ponderación. Con ello, se gana en precisión sin perder representatividad.
Los cambios más destacables en la configuración de la cesta de la base 2016 son la incorporación de los servicios en línea de vídeo y música, los juegos de azar o el café monodosis en los productos de alimentación. Por su parte, algunos ejemplos de artículos que desaparecen de la cesta son el brandy, la videocámara o el DVD grabable, entre otros. Como consecuencia de estos ajustes, la cesta de la compra del IPC base 2016 pasa a tener 479 artículos, frente a los 489 de la base anterior.
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