Rajoy ha presentado este plan para el periodo 2017-2021 y en el que las empresas concesionarias de las obras asumirán su mantenimiento durante treinta años.

Mariano Rajoy ha destacado que gracias a este plan se crearán 189.200 puestos de trabajo y las inversiones que se efectuarán se traducirán en un retorno fiscal de unos 3.000 millones de euros.

La fórmula escogida para llevar adelante este plan es la de colaboración pública privada de pago por disponibilidad, por la que el Estado sólo abona la inversión al adjudicatario de la obra cuando la autovía ya se encuentra a disposición, que, además, permite que la inversión no compute en déficit ni tenga efecto sobre la deuda.

Rajoy ha recordado que esta fórmula ya ha demostrado su éxito en Europa, donde ha pasado de utilizarse en un 5 % de los proyectos a más del 90 % en los últimos diez años, y ha indicado que a través de ella se puede multiplicar por seis la capacidad de gasto en carreteras que permiten los Presupuestos Generales del Estado (PGE) en un año.

El presidente ha dicho que de esta manera esta inversión de 5.000 millones de euros complementa a la anual prevista en los PGE y ha señalado que se destinará a completar los tramos de la red transeuropea que están pendientes, resolver cuellos de botella de algunas vías, adaptar las autovías más antiguas -las denominadas autovías de primera generación- a las nuevas exigencias y a asegurar la conservación de los proyectos que se realicen.

En este sentido, ha indicado que los adjudicatarios de las obras del plan se responsabilizan de su mantenimiento durante treinta años a partir de la entrega de la carretera y tienen la obligación de conservarlas con los mismos estándares de calidad que cuando se construyeron.

Las actuaciones concretas que se ejecutarán a través del plan extraordinario de carreteras se presentarán después del verano, ha dicho Rajoy.

El presidente del Gobierno ha explicado que con estas inversiones se pretende conseguir, una vez que España está a punto de superar su déficit excesivo, la recuperación de un sector estratégico de la economía, como es la construcción, el único que, según ha recordado, aún no se ha incorporado a la creación de empleo.

En concreto, ha dicho que los expertos estiman que el plan tendrá un impacto en el empleo de 189.200 puestos de trabajo, de los que 150.000 corresponderán a la fase de construcción -48.000 empleos directos, 30.000 indirectos y 72.000 inducidos- y 39.200 a la de mantenimiento -12.000 directos, 8.000 indirectos y 9.200 inducidos-.

Además, ha destacado que las mejoras que proporcionará el plan permitirán reducir las emisiones de CO2 en 6 millones de toneladas al año en un país como España, con 26.000 kilómetros de vías estatales, y en el que el 90 % del transporte de viajeros y el 93 % del de mercancías se hace por carretera.

Por otra parte, ha indicado que el plan de carreteras podrá financiarse en parte a través del Plan Juncker y también del Banco Europeo de Inversiones (BEI), al tiempo que ha destacado que contará con una financiación a largo plazo con las mejores condiciones financieras.

APLAUSOS DE LA PATRONAL

El presidente de la Asociación de Empresas Constructoras y Concesionarias de Infraestructuras (Seopan), Julián Núñez, ha calificado como "muy positivo" el plan extraordinario de carreteras anunciado hoy por el presidente del Gobierno y ha destacado la fórmula de ejecución empleada.

Núñez ha explicado que el plan se desarrollará mediante contratos de concesión por disponibilidad, que, según su criterio, "tienen la ventaja añadida de que no incidirá de forma negativa" en el déficit público porque las inversiones "serán financiadas íntegramente" por las empresas.

Para el presidente de la patronal de las grandes constructoras y concesionarias, este plan supone "el inicio de la recuperación de un sector vital para la modernización y desarrollo económico, como es el de las infraestructuras públicas".