El presidente de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, ha enviado este martes una carta al jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, en la que le indica que le duele "de manera especial" que sea el Gobierno el que aparezca como responsable del cierre de Garoña "para el que tantos otros han trabajo intensamente".
En la misiva, de tres folios y enviada este mismo martes, Herrera expresa al presidente el "sentimiento de decepción y cierto abandono" que le ha producido la decisión de no renovar la autorización necesaria para que la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos) pueda volver a operar.
El presidente castellanoleonés asegura en la carta que no comparte la decisión, ya que la Junta siempre ha defendido su continuidad con la condición necesaria de la plena garantía de su seguridad para las personas y el medioambiente, tal y como ratificó el Consejo de Seguridad Nuclear en su dictámen del pasado mes de febrero, condicionada a la ejecución de sus propietarios (Endesa e Iberdrola) de una serie de inversiones, añade Herrera.
A pesar de esto, indica a Rajoy que la Junta ha sido consciente de la "soledad social y política a la que poco a poco se iba abandonando a Garoña" y que "sorprendentemente" se extendió también a los propietarios de la central a través de Nuclenor.
Herrera recuerda en la carta que Iberdrola primero expresó su voluntad de seguir operando la central y solicitó la renovación de la autorización, aunque finalmente desistió, un cambio de opinión que se hizo público antes de conocerse las condiciones (inversiones y plazos) de la posible autorización del Gobierno y que se "supone" motivada por considerar la central primero rentable y viable y luego no.
Aunque sostiene que las auténticas razones no se pueden valorar porque la eléctrica "no ha tenido ningún interés en explicar y contrastar esos nuevos criterios".
Herrera considera que esta situación, unida a las iniciativas políticas que han instado al Gobierno a impedir su reapertura y al hecho de que en el periodo de alegaciones han sido pocas las instituciones y organismos que se han mostrado favorables a su continuidad, ha dejado a la central sin casi apoyos.
"Es la clamorosa soledad a la que se ha condenado a Garoña", dice el presidente en la carta, en la que agrega: "Por eso, estimado presidente, me duele de manera especial que deba ser precisamente el Gobierno de la Nación el que aparezca al fin como responsable de una decisión de cierre para la que tantos otros han trabajado mucho más intensamente".
Y se refiere, particularmente, a los propietarios de la central que, "con sus dudas, cambios de opinión y desistimiento virtual son los verdaderos causantes del cierre".
Herrera finaliza su carta al presidente Rajoy con la necesidad de conocer cómo se va a llevar a cabo el desmantelamiento de la central de Garoña y qué planes existen sobre los materiales nucleares más sensibles.
Tras indicarle al presidente los "graves efectos negativos" que van a producirse en los municipios del entorno de la central nuclear en cuestión como el empleo o el desarrollo económico, Herrera exige a Rajoy que, en paralelo a la decisión de cierre, comprometa un plan urgente de reindustrialización de la zona que ofrezca alternativas posibles y viables para la generación de riqueza y empleo.
Herrera finaliza la misiva apostando por que los dos gobiernos trabajen juntos para evitar que los efectos del cierre produzcan un "desierto económico y demográfico en una hermosa zona de esta comunidad, que hasta ahora ha contado con esta fuente de actividad, riqueza y empleo"