Economía

AIReF alerta de que España ha perdido capacidad recaudatoria

La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) ha advertido de que España ha perdido en los últimos quince años capacidad recaudatoria de una manera "significativa", fundamentalmente debido a la falta de inflación durante los últimos años, la menor demanda interna y mayor orientación de la economía al exterior, y a los cambios en el Impuesto de Sociedades.

9 agosto, 2017 11:29

Una pérdida de sensibilidad cíclica o elasticidad de los ingresos respecto a la evolución de la economía que el organismo presidido por José Luis Escrivá cifra en 5.000 millones de euros que España deja de percibir respecto a lo que debería por cada punto porcentual que se aproxima a su PIB potencial.

Así se desprende de la última publicación de la AIReF, que este miércoles inicia una serie de notas informativas llamadas 'Foco', con el fin de aumentar la divulgación de temas relacionados con el análisis económico y presupuestario.

En su primera edición, la AIReF trata de explicar por qué ha disminuido la respuesta de los ingresos fiscales al ciclo económico, ya que según asevera este organismo, la sensibilidad de los ingresos netos "ha disminuido de manera significativa en los últimos 15 años", aunque el fenómeno, apostilla, es aún más evidente a partir de 2013, en plena recuperación de la economía.

La consecuencia de esta pérdida de elasticidad es que la mejora de los indicadores económicos no se traducen en una recuperación tan intensa de los ingresos fiscales, "un lastre para la corrección de los desequilibrios presupuestarios", subraya.

"La pérdida de sensibilidad supone que, por cada punto de cierre del 'output gap', la mejora de los ingresos netos se reduce en aproximadamente 5.000 millones de euros", apostilla. El 'output gap' o brecha de producción es la diferencia entre el PIB real y el PIB potencial.

LAS CAUSAS DE ESTA PÉRDIDA DE ELASTICIDAD

Para explicar esta pérdida de elasticidad o sensibilidad cíclica, el organismo presidido por José Luis Escrivá apunta a la ausencia de inflación --durante los últimos años se han llegado a registrar tasas incluso negativas--, el cambio de orientación de la economía española hacia el exterior y los cambios en el Impuesto de Sociedades.

La ausencia de inflación, apunta la AIReF, "ha supuesto un obstáculo tanto del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) como de las cotizaciones sociales". Así, el organismo señala que si bien la evolución de los salarios nominales --salarios reales más inflación-- fue el principal motor antes de la crisis, esta variable "prácticamente ha desaparecido en el último período 2014-2016, en el que, ante la ausencia de inflación, la recaudación se ha sustentado en la creación de empleo".

Asimismo, destaca que la orientación de la economía hacia el sector exterior tiene como consecuencia una menor recaudación estructural a través del Impuesto sobre el Valor Añadido, ya que, argumenta la AIReF, "su recaudación está correlacionada positivamente con el déficit por cuenta corriente, ligado a un mayor nivel de gasto doméstico".

Por último, la autoridad independiente menciona los efectos de las sucesivas reformas del Impuesto de Sociedades, ya que sentencia que "la mecánica recaudatoria" de este tributo "ha abierto una brecha entre la evolución de las bases macroeconómicas del impuesto y sus bases contables, mermando así la mejora de la recaudación esperable por el ciclo económico".

Un "desacople" que la AIReF visibiliza con el incremento del ratio del excedente bruto de explotación y la base contable del impuesto, que duplica sobradamente su tasa entre 2006 y 2011, desde niveles inferiores al 3 hasta casi 7, y que aunque cae a partir de entonces, en 2016 se mantiene más de un punto por encima que la tasa registrada en 2000.