La variación registrada entre abril y junio pasados en el Índice de Actividad Económica (IBC-Br) demuestra, según admite el ente emisor, que la recuperación de la economía brasileña, desde hace dos años en una profunda recesión, es más lenta de lo esperado.

En relación al segundo trimestre de 2016, el IBC-Br registró esta vez una caída del 0,22 %, lo que el Banco Central atribuyó al peso que aún tienen en el comportamiento de la economía las contracciones que el PIB sufrió en 2015 (-3,8 %) y 2016 (-3,6 %).

El propio Banco Central y el mercado financiero consideran a este índice como una medición previa del PIB, cuyo resultado del segundo trimestre de este año será divulgado el próximo 1 de septiembre.

En el primer trimestre de este año, la economía brasileña creció un 1 %, por lo que de confirmarse la previsión que supone el IBC-Br divulgado hoy la expansión se mantendría, aunque a un ritmo que no terminaría de consolidar una firme recuperación.

Según cálculos de analistas del mercado financiero, difundidos el pasado lunes por el propio Banco Central, la economía brasileña sólo crecerá este año un 0,34 %, una tasa inferior a la prevista por el Gobierno, que espera una expansión del 0,5 %.

Para el año próximo, los pronósticos son más optimistas y tanto el Gobierno como el mercado financiero trabajan con una previsión de crecimiento en torno al 2 %. EFECOM

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