El producto interior bruto (PIB) ya había crecido notablemente en el primer semestre de 2017: un 0,6 % en el segundo trimestre del año y un 0,9 % en el primer trimestre, señala el comunicado.
Los principales impulsos para la economía alemana llegaron en el tercer trimestre tanto del comercio exterior como de las inversiones en equipos.
Las exportaciones de bienes y servicios se incrementaron un 1,7 % respecto al segundo trimestre, más que las importaciones, que subieron un 0,9 %, según datos provisionales.
Así, la exportación neta -la diferencia entre exportaciones e importaciones- tuvo un efecto positivo en el crecimiento del PIB.
El consumo privado -con un ligero retroceso del 0,1 %- y el gasto público -invariable- se mantuvieron prácticamente al mismo nivel que en el trimestre anterior.
Las inversiones registraron, según datos provisionales, una evolución positiva respecto al trimestre anterior, en particular las destinadas a equipamiento -principalmente maquinaria y dispositivos, así como vehículos-, que subieron un 1,5 %, mientras que las dedicadas a la construcción retrocedieron un 0,4 %.
La economía alemana avanzó también en términos interanuales en el tercer trimestre de 2017 un 2,3 % respecto al mismo periodo del año anterior, después de subir un 1,0 % y un 3,4 % en el segundo y primer trimestre, respectivamente.
No obstante, si se corrigen los efectos estacionales y de calendario, el PIB creció un 2,8 % interanual en el tercer trimestre del año, después de subir un 2,3 % y un 2,1 % en el segundo y primer trimestre, respectivamente.