Para hacer negocios o por el simple hecho de conocer una de las ciudades alemanas más cosmopolitas, activas y sorprendentes. Düsseldorf es desde junio el tercer destino germano que alcanza Air Europa, tras Múnich y Frankfurt. La aerolínea oferta más de 175.000 asientos para esta nueva ruta, lo que amplía en un 32% el número de plazas que pone a disposición de sus usuarios este año para viajar a sus destinos alemanes, confirmando la apuesta de la compañía por este mercado.
Pero una estancia en Düsseldorf también permite ir más allá de la mesa de reuniones. En sus calles se combinan el bullicio del estilo de vida local, la arquitectura de vanguardia y las notas más tradicionales y típicas de Alemania. Entre las visitas que más merecen la pena cobra importancia la 'Ciudad vieja', cuyo entramado de calles invitan al paseo y al esparcimiento gracias a su animación y su oferta lúdica y gastronómica. En este espacio conviven hasta 260 locales para tomar café o beber la Altbier, su cerveza típica; se trata de una concentración de establecimientos que se ha ganado el sobrenombre de "la barra de bar más larga del mundo".
Una ciudad llena de vida
Una de las construcciones más antiguas de la ciudad es la de su Academia de las Bellas Artes, cuna de artistas famosos y centro de referencia en la materia. Junto a su sede pueden visitarse otros lugares históricos, como el complejo del ayuntamiento, la basílica de San Lamberto, o la Burgplatz, la más conocida de la ciudad y que centraliza su concurrido día a día.
A medio camino entre lo tradicional y lo puramente festivo están los carnavales, que son por derecho propio una de las fiestas más concurridas de Alemania. De hecho, y como señalan con orgullo los habitantes de Düsseldorf, el arranque de estas fiestas marca el inicio de la llamada 'quinta estación del año'. Tal momento sucede el 11 de noviembre con el llamado 'Despertar de Hoppeditz', un personaje fantástico de la imaginería local.
La vis lúdica de la ciudad también se manifiesta en eventos más modernos, como el 'Open Source Festival', que se celebra el 14 de julio. Se trata de una cita única en la que conviven las corrientes musicales más vanguardistas, el diseño y el arte, y que es un buen motivo para visitar la urbe y de paso saber qué es lo último en tendencias.
Más relajados y familiares son los mercadillos, tan clásicos en Alemania. El más especial es el de Navidad, capaz de transformar todo el centro histórico y al que sus luces, decoración y ambiente ayudan a ensalzar como uno de los mejores del país.
Una ciudad cosmopolita y de negocios
Düsseldorf, capital del estado de Renania del Norte-Westfalia, es uno de los centros de negocios más importantes del país. Su emplazamiento estratégico a orillas del Rin y a pocos kilómetros de otros puntos neurálgicos como Colonia, Dortmund o Frankfurt, e incluso cercana a Bruselas o Róterdam, se complementa con uno de los aeropuertos con mayor capacidad operativa en Alemania.
El aeródromo es el tercero en tamaño del país, lo que no debe sorprender porque esta región es la más poblada de la nación, con más de 18 millones de personas viviendo en un radio de no más de 100 kilómetros. Se estima que atiende cada jornada las operaciones de unos 600 vuelos que mueven a más de cien mil personas diariamente. Y se trata de un número en expansión, ya que lleva ocho años batiendo sus cifras de pasajeros: en 2017 pasaron por sus instalaciones 24.6 millones de personas.
Las posibilidades de conexión y la multitud de servicios a disposición del viajero que ofrece esta ciudad aeroportuaria ponen de relieve las ventajas de esta ruta que comenzó a funcionar el pasado 18 de junio. Los horarios de los dos vuelos diarios que ha programado Air Europa con su flota Embraer 195 garantizan una excelente conectividad a través del hub del Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas tanto con los vuelos domésticos como con la totalidad de vuelos transoceánicos que opera la aerolínea.
Calidad de vida
El aeropuerto es un ejemplo de lo poco o nada que ver tiene la Düsseldorf antigua con la actual. Hoy en día es una de las urbes más cosmopolitas del país, fruto de su pujanza económica y su vis comercial. Tanto es así que en la ciudad está una de las calles más lujosas de Europa, la Königsallee (conocida popularmente como 'Kö'), en la que cada escaparate es una tentación de las marcas más exclusivas. Es un buen argumento para explicar el porqué este destino ha sido elegido repetidamente como uno de los que tiene mayor calidad de vida en el mundo.
Otro lujo, este ya sí al alcance de cualquiera, es su arquitectura. Aunque la ciudad no es muy grande, la gran cantidad de empresas que tienen su sede allí y su bonanza han propiciado la construcción de edificios de nuevo cuño a cargo de los mejores arquitectos del planeta. Frank Gehry es uno de los más destacados. El padre del Guggenheim de Bilbao firma en Düsseldorf una serie de tres edificios asimétricos y "danzantes" que se han convertido en un icono de la ciudad.
MedienHafen, la zona del puerto, aún mantiene como vestigio del pasado elementos industriales que hoy son casi objeto de museo. Y entre estos detalles hay joyas contemporáneas como la Stadttor, una suerte de puerta tradicional 'a lo moderno', o los coloristas escaladores del Roggendorf-Haus. Como centinela de todos ellos, la Torre del Rin, otro de los símbolos de la ciudad y que, con sus 240 metros de altura, ofrece no solo unas vistas privilegiadas del río y de su entorno, sino un restaurante panorámico giratorio desde el que se domina otro de los puntos más célebres de la ciudad: el paseo fluvial junto al río.
Es un ejemplo de la gastronomía de altura, algo que los pasajeros Business de Air Europa tienen a su alcance durante el vuelo gracias a los nuevos menús ecológicos y saludables, elaborados con productos con certificado de origen de calidad.
Como para el resto de destinos, viajar a Düsseldorf también permite aprovechar todas las ventajas que ofrece el programa de fidelización Air Europa SUMA. El cliente SUMA obtiene por cada euro abonado por su billete en clase turista un total de cinco millas en los vuelos europeos y el pasajero Business, además de obtener las mismas millas que el pasajero en clase turista, recibe también un bonus de tres millas extra; entre otras múltiples ventajas.