El Gobierno alemán rebajó hoy su previsión de crecimiento de la economía del 2,3% para 2018 y del 2,1% para 2019 pronosticado en primavera al 1,8%, en línea con lo que hicieron hace unos días los principales institutos del país, revisión que atribuye a factores externos.
El ministro de Economía, Peter Altmaier, subrayó en rueda de prensa que "este cambio en la proyección de otoño respecto a la de primavera se debe principalmente a circunstancias que poco tienen que ver con la evolución coyuntural", por lo que "no hay motivo para que la historia exitosa (de la economía alemana) se pudiera ver truncada".
Dos de los motivos para rebajar la previsión de crecimiento del PIB son, por un lado, una revisión de la Oficina Federal de Estadística (Destatis) que rebajó un 0,2 % el efecto de base estadístico para calcular 2018, así como el impacto del nuevo sistema de homologación de consumo y emisiones de vehículos WLTP en la producción y las exportaciones, explicó.
El tercero son los "conflictos comerciales en curso en todo el mundo" y se refirió al que libran EEUU y la UE desde principios de año, pero también el que se está agudizando en estos momentos entre ese mismo país y China.
Altmaier se manifestó nuevamente en contra del proteccionismo y a favor del libre mercado, defendió un comercio internacional regulado y aludió al peligro de debilitamiento de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
"La economía alemana continúa en su fase de crecimiento y el año pasado crecerá por décimo año consecutivo la fase más larga desde 1966 y la más larga en la historia de la República Federal de Alemania", se congratuló.
En términos generales, la economía mundial, también según las organizaciones internacionales, perderá algo de impulso, por lo que también las exportaciones alemanas se verán afectadas con un crecimiento más bien moderado, mientras que las importaciones crecerán notablemente debido a la fuerte demanda interna.
El superávit por cuenta corriente sigue bajando hasta el 7,6% en 2018 y el 7,1% en 2019, indicó el ministro.
Las empresas alemanas continúan invirtiendo en maquinaria e instalaciones gracias a su buen rendimiento y las inversiones en el sector de la construcción siguen siendo activas debido a las bajos tipos de interés y la elevada demanda.
Aun así, subrayó que la economía alemana podría crecer aún más si no fuera por las inversiones que no pueden realizarse por falta de mano de obra cualificada.
"La gente en nuestro país sigue beneficiándose de la buena situación económica", dijo Altmaier, quien indicó que para 2019 se espera un aumento de la población empleada hasta los 45,3 millones de personas, con 400.000 más que se sumarán a los 590.000 más de este año.
Además, el desempleo sigue bajando, del 5,2 % pronosticado para 2018 al 5% para 2019, agregó.
El objetivo es lograr el pleno empleo, es decir, una tasa de desempleo como máximo del 3% hasta 2025, indicó.
Los salarios crecen "notablemente y con más fuerza", un 3,0% en 2018 y un 3,1% en 2019, lo que sumado a las exenciones a los ciudadanos se traduce en un "aumento perceptible" de los ingresos, dijo.
En este sentido, "la economía interna seguirá siendo un importante pilar del desarrollo económico" frente a la incertidumbre que despiertan "las crecientes tendencias proteccionistas y los conflictos comerciales internacionales", resumió.
Ya los principales institutos económicos de Alemania rebajaron el pasado 27 de septiembre su previsión de crecimiento de la mayor economía europea del 2,2% pronosticado en primavera al 1,7%, por el repunte del proteccionismo comercial y la falta de personal cualificado.
En su informe de otoño también revisan a la baja su previsión de crecimiento del PIB para 2019, aunque en sólo una décima porcentual, del 2% al 1,9%.
También esa misma semana la Asociación de la Industria Alemana (BDI) también rebajó su pronóstico para el conjunto de este año de 2,25% a 2%, alegando el creciente proteccionismo y la guerra comercial entre EEUU y China.