El Parlamento británico ya ha emitido su veredicto. Y la derrota de Theresa May, no por esperada, deja de ser clamorosa. Porque el resultado es inapelable: 432 votos en contra y solo 202 a favor.
Se trata de un episodio más dentro de la ceremonia de la confusión en la que se está convirtiendo el resultado de aquel referéndum de junio de 2016, saldado con el voto de los ciudadanos británicos a favor de que Reino Unido saliera de la Unión Europea (UE). Más de dos años y medio después, aún no se sabe cómo será la desconexión. Lo que sí sabe sabe, tras la votación del Parlamento, es que el acuerdo alcanzado entre May y Bruselas en noviembre ha quedado totalmente descartado. Y eso que tanto Downing Street como Bruselas insistieron en que era el único acuerdo posible. Pero esa presión no ha sido suficiente.
Ahora todo son incógnitas. Lo único seguro es que la 'premier' británica no pretende dimitir, que tiene tres días para presentar un plan alternativo y que este mismo miércoles se someterá a una moción de confianza. Y que el reloj seguirá corriendo hacia el 29 de marzo, la fecha límite marcada -por ahora- para un divorcio cuyas condiciones aún se desconocen y que amenaza con precipitarse hacia lo que supuestamente nadie desea: un Brexit duro y caótico.
El tiempo se acaba
Por su parte, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ha avisado este martes de que "el tiempo se acaba" y ha instado a Reino Unido a "aclarar cuanto antes sus intenciones", después de que el Parlamento británico haya rechazado el acuerdo de divorcio pactado entre Bruselas y Londres.
"Insto a Reino Unido a aclarar cuanto antes sus intenciones", ha indicado Juncker en un comunicado difundido poco después de que la Cámara de los Comunes haya votado en contra del acuerdo negociado con el bloque europeo por la primera ministra, Theresa May.
"El riesgo de una retirada desordenada de Reino Unido ha aumentado con el voto de esta noche. Aunque no queremos que esto ocurra, la Comisión Europea continuará con su trabajo de contingencia para asegurar que la UE está plenamente preparada", ha añadido.
Así las cosas, Juncker ha recordado que "el tiempo se acaba", ya que el proceso de desconexión que activó el Gobierno británico hace casi dos años concluirá el próximo 29 de marzo con la salida automática Reino Unido de la UE, haya acuerdo o no, salvo que Londres tome medidas para frenarlo.