El gobernador del Banco de España (BdE), Pablo Hernández de Cos, ha aprovechado su participación en la cena oficial del IX Spain Investors Day para lanzar un claro mensaje a la banca: "El sector financiero debe realizar un particular esfuerzo para mejorar su reputación e introducir medidas que mitiguen el riesgo de comisión de conductas inapropiadas". Hernández de Cos formula esta petición en medio del escándalo generado por la contratación por parte de BBVA de los servicios de Grupo Cenyt, propiedad del excomisario José Manuel Villarejo, en 2004.
Este es uno de los cinco deberes que el gobernador del BdE ha puesto a la banca pese a que, al mismo tiempo, ha valorado de manera positiva el "intenso proceso de saneamiento, recapitalización y reestructuración del sector bancario, que, en los últimos cuatro años y medio, ha mejorado notablemente su situación en parámetros básicos, como la calidad de sus activos o sus niveles de rentabilidad y de solvencia".
Pero no basta. Junto a las cuestiones éticas y de reputación, Hernández de Cos menciona cuatro necesidades adicionales. En primer lugar, sostiene que "la banca española debe acelerar la venta de sus activos improductivos", que "lastran no solo su rentabilidad, sino también su capacidad de asignar recursos a aquellas actividades económicas que más contribuyen al crecimiento".
"Hernández de Cos insiste en la necesidad de que la banca sea más rentable, pero no a cualquier precio"
El gobernador también indica que "las entidades bancarias deben fortalecer su capital y los pasivos susceptibles de ser empleados en caso de necesidad de recapitalización interna para afrontar en óptimas condiciones los retos regulatorios todavía pendientes, en especial en materia de resolución".
Otro reto consiste en "aumentar su rentabilidad", pero no a cualquier precios: "No puede ser a costa de una indebida relajación de los estándares de concesión de crédito". Por último, alude al desafío tecnológico, "una oportunidad que las entidades españolas deben aprovechar".
REDUCIR LAS VULNERABILIDADES
Hernández de Cos ha puesto estos deberes a la banca dentro del repaso que ha hecho sobre la economía española. Ha puesto en valor las mejoras logradas en los últimos años, en especial las relacionadas con el descenso de la deuda de las empresas y las familias, la consecución de superávits frente al exterior, las ganancias de competitividad o el dinamismo en la inversión en bienes de equipo.
En paralelo, eso sí, ha matizado que "la economía española sigue enfrentándose a algunas vulnerabilidades y retos importantes" que convendría tener en cuenta y corregir. El primero, la aún abultada deuda con el exterior. "El saldo deudor de la Posición de Inversión Internacional (PII) neta de la economía española se situó en el 81% del PIB al cierre del tercer trimestre de 2018 y el de la deuda externa bruta en el 168% del PIB, unas cotas que resultan elevadas en relación con los países de nuestro entorno, lo que constituye un elemento de vulnerabilidad para el conjunto de la economía".
"El segundo elemento de vulnerabilidad de la economía española es el derivado del desequilibrio de las finanzas públicas", ha señalado. Y lo ha hecho el mismo día en el que el presidente de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), José Luis Escrivá, también ha reclamado acuerdos políticos que conduzcan a una reducción de la deuda pública. Sobre todo, ha continuado Hernández de Cos, resulta relevante potenciar las finanzas públicas ante los futuros retos que el envejecimiento de la población plantearán en este terreno.
El gobernador también ha incidido en la baja productividad de la economía española. "Mejorar la dinámica de esta variable resulta crucial para incrementar el crecimiento potencial de la economía en el largo plazo y el bienestar de nuestros ciudadanos", ha asegurado. Y ha añadido: "Ello exige actuaciones en distintos ámbitos. Además de las reformas relativas al mercado de trabajo (...), se deben también introducir mejoras en el capital humano y en el tecnológico. Para ello, es esencial mejorar la calidad del marco educativo, para adaptarlo a los retos que plantean la globalización, el progreso tecnológico y la automatización de tareas".