Los acreedores concluyen en Atenas segunda supervisión trimestral postrescate
Atenas, 25 ene (EFECOM).- Las instituciones acreedoras de Grecia concluyeron este viernes su segunda visita del periodo postrescate como parte de la supervisión reforzada acordada con el Gobierno de Atenas que contempla controles trimestrales.
Los representantes de la denominada cuadriga -Comisión Europea (CE), Banco Central Europeo (BCE), Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) y Fondo Monetario Internacional (FMI)- afirmaron en un comunicado que las conversaciones "sobre los retos y las prioridades de la política económica" continuarán a distancia.
La supervisión se enfocó en 16 requisitos que Grecia debería haber cumplido a finales de 2018, de los cuales el mayor fleco es el futuro marco legal de protección de las viviendas de uso habitual.
El tema está estrechamente relacionado con la reducción de la cartera de créditos fallidos de la banca, que suma más de 85.000 millones de euros y está considerada un impedimento mayor al crecimiento del país.
Según los datos más recientes del Banco de Grecia que datan de septiembre pasado, el 42,2 % de las hipotecas están en mora y son la única categoría de créditos fallidos que los bancos no han conseguido reducir.
La banca atribuye este fracaso al marco legal de protección de las viviendas habituales, que considera extremadamente generoso.
La legislación actual, que debería haber vencido en diciembre 2018 y que ha sido prolongado hasta el final de febrero, protege de los desahucios a las viviendas habituales cuyo valor catastral es inferior de los 180.000 euros (280.000 para familias numerosas).
Los bancos piden que el nuevo techo de protección se sitúe por debajo de los 100.000 euros.
Otro escollo son las deudas del Estado con empresas e individuos que deberían haber sido eliminadas en 2018, un objetivo que el Gobierno no consiguió.
Las instituciones acreedoras publicarán su informe sobre la segunda evaluación del periodo postrescate el 27 de febrero.
Del cumplimento de los flecos pendientes depende si el Eurogrupo aprueba en su reunión del 11 de marzo liberar el desembolso de entre 644 millones de euros -de los 1.800 millones previstos para este año- procedentes de los beneficios de la venta de bonos griegos que están en manos del BCE y de los bancos centrales de la eurozona.