Rato señala a González (BBVA) por su salida y afea a Deloitte por las cuentas
San Fernando de Henares (Madrid), 4 feb (EFECOM).- El expresidente de Bankia, Rodrigo Rato, ha asegurado este lunes que su entonces homólogo en BBVA, Francisco González, fue el primero en pedir su cese en mayo de 2012, fruto de las "presiones políticas" del Gobierno de Mariano Rajoy en connivencia con sus competidores.
Ante la Audiencia Nacional, que ha retomado el juicio por la salida a Bolsa de Bankia casi un mes después, el exministro ha señalado además a la firma auditora Deloitte por no haber entregado su informe sobre las cuentas de 2011, más tarde reformuladas.
La atención se ha centrado en el estrado de las acusaciones, al que ha regresado el fiscal jefe de Anticorrupción y autor del escrito de conclusiones provisionales, Alejandro Luzón.
A diferencia de la primera sesión, en la que permaneció como oyente, la baja médica de Carmen Launa ha obligado a Luzón a intervenir para impedir que transcurriese el plazo legal para suspender la vista, que se retomará el próximo 18 de febrero ya con la representante titular.
En su reencuentro con el fiscal de las tarjetas "black", Rato ha relatado que cumplidas las exigencias del Banco de España en abril de 2012, el Gobierno, "en una reunión en la que estaban presente tres competidores (BBVA, Santander y CaixaBank)", le pidió que elevara los saneamientos desde 7.000 hasta cerca de 15.000 millones de euros.
Un cálculo que carecía de "base legal alguna" y de la cobertura de las normas contables del organismo regulador, a cuyo exgobernador Miguel Ángel Fernández Ordóñez el Ejecutivo "pidió silencio".
"Era una petición política del que controla al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) y de quien era nuestro jefe", ha dicho Rato, que ha asegurado desconocer "qué se les pedía a otras entidades", pero que en su caso se organizaban "cenas en las que traen a otros para que digan las cifras".
Más contundente se ha mostrado respecto al exministro de Economía Luis De Guindos, quien "apoyándose" en sus competidores, le comunicó que la entidad "tenía que hacer las revisiones que marcaban las reglas".
El 5 de mayo de 2012, en el último encuentro que mantuvieron "en las oficinas del Ministerio de Economía", el actual vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE) pidió su dimisión después de que lo hiciera González.
Ambos podrían tener que testificar en la siguiente fase de la vista, al haber sido propuestos por las partes a fin de dilucidar qué sucedió en la recta final de Rato en Bankia.
Sobre los nuevos requisitos, sí habría estado al tanto el socio auditor de Deloitte, Francisco Celma, según Rato.
"En mi conciencia, no había ninguna sensación de que tuviéramos un problema de salvedades, nadie me lo había transmitido", ha resaltado a la sección cuarta de la sala de lo Penal, a la que ha reconocido que aunque el auditor había mostrado su preocupación por la valoración de las acciones del grupo, no se lo trasladó.
Al respecto, se ha referido a la demora inicial en la presentación del informe en el momento de la aprobación de las cuentas en marzo de 2012, a la que el Consejo no dio importancia al entender que Celma estaba esperando a la aprobación por parte del Banco de España del primer plan de saneamiento.
Sin embargo, a partir de abril la situación cambió y es Rato el que se pone en contacto con él, por primera vez en ese año, en una llamada telefónica "muy corta".
"Estábamos muy perplejos de que una firma como Deloitte dejara de cumplir con sus funciones", ha afeado.
El exvicepresidente del Gobierno, que se enfrenta a penas de entre cinco y doce años de prisión por estafa a inversores y falsedad contable, también ha respondido a la abogacía del Estado, la cual ha tratado de determinar el grado de control o presencia que el FROB tenía en la entidad.
En este sentido, ha subrayado la estrecha relación del organismo con el Banco de España, ya que su presidente era el subgobernador de este organismo.
Términos similares en los que se ha referido a su propia defensa, a la que ha relatado el estricto control y la constante presencia que el fondo y el regulador mantenían en la entidad a partir de la fusión de las siete cajas, y ha destacado el enorme interés que despertó la salida a Bolsa entre inversores institucionales y bancos de inversión de todo el mundo.
Como hiciera en las dos sesiones anteriores, Rato ha incidido en que Bankia cumplió con todos los requisitos para un debut bursátil en el que las autoridades les pidieron "más exigencias que al resto de competidores".
Tras Rato, comparecerán dentro de dos semanas los exadministradores de hecho de la entidad, José Luis Olivas, José Manuel Fernández Norniella y Francisco Verdú, para quienes la Fiscalía pide entre cuatro años y dos años y siete meses de prisión.