El fin de la alta velocidad Turín-Lyon puede costar a Italia 4.000 millones
Roma, 6 feb (EFECOM).- La hipotética suspensión de la construcción de la línea ferroviaria de alta velocidad (TAV) que conectará Turín y Lyon puede costar a Italia hasta 4.000 millones de euros, frente a los 3.000 millones que el país invertirá si la obra se completa.
El comisario extraordinario saliente designado para este proyecto, Paolo Foietta, confirmó hoy estos cálculos en una entrevista con
En los últimos días, el Movimiento Cinco Estrellas (M5S) y la Liga, que gobiernan Italia, debaten si continuar o congelar este proyecto, que debería concluirse entre 2027 y 2030, aunque la polémica se remonta a los años noventa.
Esta línea ferroviaria de alta velocidad forma parte del llamado Corredor Mediterráneo que unirá a lo largo de 3.000 kilómetros el este con el oeste de Europa para favorecer los intercambios comerciales.
La manzana de la discordia en Italia es el túnel de doble sentido que se quiere construir entre el Valle de Susa italiano y Saint Jean de Maurienne, en el departamento francés de Saboya, que tendrá una longitud de unos 57,5 kilómetros, de los que 12,5 km estarán en territorio italiano.
Su edificación costará 8.600 millones de euros, de los que el 40 % será financiado por la Unión Europea (UE), un 25 % por Francia y un 35 % por Italia, con lo que este último invertirá unos 3.000 millones.
Foietta explica que ya se han gastado 1.400 millones de euros: 700 millones han salido de las arcas europeas y unos 350 millones de las italianas, cantidad similar a la empleada por Francia.
Si Italia se retirara del proyecto, prosiguió, la UE y Francia pedirán con toda probabilidad el reembolso del dinero desperdiciado, y a esto se sumarán otros 813 millones procedentes de fondos europeos otorgados entre 2014-2020, si bien la cantidad que no se haya gastado simplemente se devolverá sin ser técnicamente una pérdida.
Italia además tendría que lidiar con costos derivados de litigios judiciales de empresas que se han involucrado en el proyecto y gastar "otros 1.500 millones para cerrar los 25 kilómetros de túnel ya construidos y asegurar las desgastadas vías actuales, que fueron edificadas en 1850".
"Italia se enfrentaría a unos costos de 4.000 millones, frente a los 3.000 que exige finalizar las obras", apuntó.
Los detractores, sin embargo, argumentan que Italia no tendría que devolver el dinero, porque los acuerdos no prevén sanciones.
El M5S y la Liga están librando una batalla que el secretario general del sindicato Fillea Cgil, Alessandro Genovesi, ve como una estrategia electoral para las europeas de mayo.
El M5S siempre ha secundado a las asociaciones que consideran este proyecto inútil, caro y perjudicial; mientras que la Liga apoya a los que ven una oportunidad de desarrollo para el país.
"El M5S y la Liga están manteniendo un pulso ridículo para superar al contrario en las elecciones al Parlamento Europeo y lo hacen con este proyecto como rehén. El M5S tiene que entender que no se puede dañar al país por querer ganar unas elecciones", explicó a Efe.
Genovesi alega que la obra potenciará el transporte de pasajeros, porque se reducirán los tiempos, y también de mercancías.
Según el Observatorio sobre el impacto de la línea de alta velocidad, más de 42 millones de toneladas de mercancías pasaron entre Francia e Italia en 2016 y de estas solo un 7,7 % fueron transportadas en trenes, pero con esta nueva línea el 95 % serían trasladas en trenes, y se reduciría en tres millones el número de camiones.
Genovesi cree además que se generará empleo y se moderarán las emisiones de efecto invernadero en tres millones de toneladas de dióxido de carbono al año.
Las organizaciones "No TAV" y asociaciones ambientales como Legambiente justifican que la nueva infraestructura tiene efectos devastadores para el medioambiente y proponen invertir en las líneas ferroviarias que ya cruzan la frontera alpina entre Francia e Italia.
El líder del M5S, Luigi Di Maio, ha reiterado que mientras su formación gobierne no se construirá esta línea ferroviaria, mientras que el líder de la Liga, Matteo Salvini, pide que no se deje inacabada.
El ministro de Infraestructuras y Transportes, y miembro del M5S, Danilo Toninelli, ha encargado un análisis costes-beneficios que ya ha entregado a Francia y enviará en las próximas horas a la Comisión Europea, pero que aún no ha sido publicado en Italia.