Economía

El banco belga KBC mantuvo el beneficio en 2.570 millones en 2018

14 febrero, 2019 10:23

El banco belga KBC cerró 2018 con un beneficio neto de 2.570 millones de euros, casi igual que los 2.575 millones obtenidos el año previo, apoyado en los buenos resultados del último trimestre, dónde las ganancias crecieron un 36 % hasta los 621 millones.

El "excelente" resultado entre octubre y diciembre se debió al aumento de los ingresos por intereses, los buenos resultados en la división de seguros del grupo y una "estricta gestión de costes", indicó el consejero delegado de la entidad, Johan Thijs, en un comunicado para presentar los resultados de la empresa.

En términos anuales, el resultado se explica por el aumento de los ingresos por intereses, dividendos, actividades de seguro y de otros tipos, que sin embargo se ha visto neutralizado por los menores ingresos por comisiones y otras actividades y los mayores gastos de explotación, explicó la empresa.

En 2018, los ingresos del banco aumentaron un 2,5 % hasta los 7.512 millones de euros, con un incremento en los ingresos por intereses del 3 % en términos comparables, hasta 4.543 millones de euros, y un descenso del 5 % en los obtenidos por comisiones, hasta 1.719 millones.

El resto de ingresos combinados cayó un 25 % a 548 millones, mientras que los gastos de explotación aumentaron un 4 % a 4.234 millones.

El volumen de créditos y depósitos se incrementó en ambos casos un 5 %, hasta los 147.052 millones y 194.291 millones, respectivamente.

Los beneficios netos del grupo KBC en 2018 se reparten entre su división de Bélgica (1.450 millones), República Checa (654 millones), Mercados Internacionales, que comprende Hungría, Eslovaquia y Bulgaria, (533 millones de euros), y el resultado para el Centro del grupo, que registró pérdidas de 67 millones.

El ratio de capital de máxima calidad se situó en el 16 %, tres décimas menos que en 2017, en tanto que el ratio de créditos morosos del grupo KBC se redujo en un punto, hasta el 4,3 %.

Esto se debe a que KBC Irlanda ha finalizado la venta de una parte de su cartera de créditos "legado" de la crisis durante el último trimestre del año que se ha traducido en un descenso de 10 puntos en el nivel de créditos deteriorados de esta división, al 23 %, explicó el consejero delegado.