(Actualiza la EC1244)
El exconsejero de Bankia José Manuel Fernández Norniella ha sostenido este lunes que en la entidad "no podía tomarse ninguna decisión descabellada" dado el control del Banco de España, el cual habría tenido "un enorme problema", igual que el Gobierno y el resto del sistema, si el grupo creado a instancia suya no hubiese sido viable.
Apelando a sus funciones "de trinchera", Norniella ha querido desligarse de su papel de administrador, por el cual la Fiscalía solicita para él tres años de prisión por estafa a inversores, y ha insistido en que contaron en todo momento con el beneplácito de los organismos, tanto nacionales como comunitarios, primero para la fusión y más tarde, para el salto al parqué.
A preguntas del fiscal jefe de Anticorrupción, Alejandro Luzón, que por segunda sesión consecutiva ha sustituido a Carmen Launa al frente del Ministerio Público, Norniella ha dicho que no participó en la selección de las siete cajas que integraron BFA-Bankia, un proceso que, supone, estuvo liderado por las mismas partes que desde 2009 "venían trabajando en la reestructuración del sistema financiero español".
Tampoco "pintaba nada" en las cuentas ni en la elaboración del folleto informativo del debut bursátil, por cuyas presuntas irregularidades las acusaciones particulares y populares elevan sus peticiones de condena hasta los doce años de cárcel por falsedad contable.
Sobre este documento, ha aseverado que "fue evaluado por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), por los mejores especialistas y fiscalistas, y fue auditado por una de las mejores firmas".
"Me siento humanamente incapaz de entrar en las profundidades que usted me pregunta", ha espetado en uno de sus varios desencuentros a Luzón, al cual ha afeado por perfilarle responsable del contenido del folleto "con un plural mayestático", a lo que el fiscal le ha interrumpido: "sí, lo que es, un administrador".
El desconocimiento de la "estructura a alto nivel" ha marcado el discurso de Norniella que, pese a que ha aseverado que las decisiones eran adoptadas por el grupo de gestores -liderado por el expresidente Rodrigo Rato, y del que él formaba parte-, ha apuntado que todas eran "controladas y avaladas" por el Banco de España.
"He sido consejero de muchísimas empresas, grandes, medianas y pequeñas, pero le garantizo que en la que me he sentido más seguro ha sido Caja Madrid, Bankia y BFA", ha matizado, y es que el hecho de que el regulador tuviera "11 inspectores introducidos" en la entidad le proporcionaba una "garantía absoluta".
A nivel técnico, ha argumentado que la legislación permitía realizar ajustes contra reservas en fusiones frías como la de Bankia, y ha incidido en que los 9.000 millones de euros con los que el banco contaba para posibles deterioros en el primer ejercicio ofrecían una "protección excepcional".
También se ha referido a su relación con Rato, persona con la que colaboró profesionalmente durante cinco años, a la que aprecia y respeta, y con el exvicepresidente de Bankia José Luis Olivas, con quien "no tenía casi ningún trato salvo el superficial de haber coincidido cinco o seis veces".
"Sí, era amigo de Rato, pero entré al consejo de Bankia porque venía de Caja Madrid", ha respondido ante la insistencia del fiscal, aunque ha matizado que su desembarco en la entidad madrileña se produjo "antes" de que el exministro accediera a su presidencia.
"A nadie le guiaba mantenerse en el sillón sino sacar adelante un proyecto, yo el que menos, pero había gente que había puesto muchísima ilusión", ha indicado Norniella, que se ha referido a este proceso como el "máster de Bankia", un curso "de siete años" en el que no ha encontrado informe alguno del Banco de España que "hable de inviabilidad".
La sesión se retomará mañana, jornada que continuará también por la tarde, aún con el interrogatorio de Luzón a Norniella, a pesar de que el fiscal ha manifestado estar cansado "después de tantas horas asumiendo en solitario el peso del juicio".
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