Coca-Cola European Partners (CCEP), la mayor embotelladora de la marca a nivel mundial, prevé que el mercado de refrescos crezca de forma leve durante la próxima década, aunque confía en compensarlo con su apuesta por el agua, el té frío, los zumos, las bebidas energéticas y con base de café.

Así se desprende de las estimaciones de la compañía, divulgadas hoy en el marco de la conferencia para analistas de Gran Consumo de Nueva York (Cagny), en la que han participado el consejero delegado, Damian Gammell, y su director financiero, Nik Jhangiani.

De acuerdo con sus cálculos, el crecimiento del mercado de bebidas no alcohólicas listas para consumir rondará el 2 o el 3 %.

En el caso de sus refrescos tradicionales, la subida oscilará entre el 0,5 y el 1 %, un área en la que pretenden abordar por el producto cada vez más "premium" -sobre todo apostando por el formato de vidrio- y por envases más pequeños.

Las bebidas vegetales y con café, por el contrario, crecerán entre un 9 y un 11 %, y el té frío aumentará entre un 6 y un 7 %, por lo que en esta última categoría CCEP pretende "expandir y ganar escala rápidamente".

También espera poder expandir la categoría de bebidas energéticas -sobre todo con la marca Monster-, con un crecimiento entre el 4 y el 5 %, así como el agua, con un incremento del mercado que rondará entre el 3 al 4 %.

En su estrategia también incluye colocar más "equipos de frío" (neveras) tanto en tiendas como en oficinas, estaciones de metro y otros lugares públicos, para pasar de las actuales 66.000 unidades -13.000 en España- a 69.000 a cierre de 2019.

A nivel de resultados económicos, la embotelladora confía en acabar el actual ejercicio con una subida de sus ingresos de entre el 1 y el 3 % y una mejora de su beneficio operativo de entre el 6 y el 7 %.