Economía

Iberdrola gana un 7,5 % en 2018 y acelerará sus inversiones en este año

20 febrero, 2019 18:12

Madrid, 20 feb (EFECOM).- Iberdrola incrementó en 2018 su beneficio neto un 7,5 %, hasta llegar a los 3.000 millones de euros, y planea acelerar sus inversiones en 2019 para seguir aumentando, en una media de la mitad de un dígito, el beneficio neto y el resultado bruto de explotación (ebitda), durante el presente ejercicio.

La compañía ha atribuido su resultado en 2018 a las inversiones de cerca de 20.000 millones que realizó en los últimos cuatro años, la expansión internacional, la mejora de la operación en España por las condiciones meteorológicas y a la buena marcha de todos los negocios.

Durante 2018, el ebitda de Iberdrola mejoró un 27,7 % y se situó en 9.349 millones, registrándose crecimientos de doble dígito de todas las áreas de actividad, pese al impacto del tipo de cambio, que restó 252 millones, y los ingresos repuntaron un 12,2 %, hasta los 35.075,9 millones.

El resultado neto de explotación (ebit) se duplicó, hasta los 5.439,2 millones, después de la caída del 42 % que sufrió en 2017 por saneamientos no recurrentes.

Además, en 2018 se registro un aumento significativo de las desinversiones, que pasaron de 309,2 millones en 2017 a 1.112,9 millones en 2018.

El grueso de éstas lo constituye la venta de los activos de Scottish Power Generation, los activos de generación convencional de su filial en Reino Unido, a Drax, operación que cerró por 702 millones de libras (unos 778 millones de euros).

Por negocios, el de Redes generó un ebitda de 4.915 millones, el 16,2 % más; el de Renovables, de 2.444,7 millones (un 39,3 % más), gracias a una mayor producción y capacidad instalada; y el de Generación, de 2.038,4 millones, el 39,3 % más, por la normalización de las condiciones en el mercado minorista de Reino Unido, la mayor capacidad disponible en México y la mayor demanda en España.

Las inversiones, dirigidas principalmente a Redes y Renovables (un 78 % del total), cayeron un 9,7 % en 2018, hasta los 5.320,4 millones, y la deuda del grupo aumentó un 4 %, hasta los 34.199 millones, debido al esfuerzo inversor.

Durante la presentación de los resultados a analistas, el presidente del grupo Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, ha destacado que los resultados de la compañía colocan a la compañía un año por delante de las previsiones recogidas en sus perspectivas estratégicas para el periodo 2018-2022, año este último en el que espera que su beneficio se sitúe entre los 3.500 y los 3.700 millones de euros.

Iberdrola tiene intención de acelerar sus inversiones en activos regulados en 2019 y que el mayor peso de éstos, la nueva capacidad instalada y las mejoras en eficiencia contribuyan a que el incremento del beneficio neto y del ebitda en ese ejercicio se sitúen "en la parte media de la primera decena", es decir en torno a un 5 %.

Sánchez Galán también se ha referido al nuevo Plan Integrado de Energía y Clima (PIEC) horas antes de que éste se presentará y ha dicho que la lucha contra el cambio climático, acompañada de una planificación energética adecuada que dé seguridad a las inversiones, convertirán la transición al nuevo modelo energético en una oportunidad para España.

El presidente de Iberdrola ha indicado que no cree que un cambio de gobierno en el futuro vaya a afectar al PIEC que se envíe a Bruselas ni tampoco a la fijación por el regulador, la CNMC, de la nueva tasa de retribución a las redes para el periodo regulatorio que comienza en 2020.

Ha dicho que la aprobación de la nueva tasa de retorno a las inversiones llevará algún tiempo y hasta entonces se seguirá con la actual, que es de un 6,5 %, superior al 5,58 % que propone la CNMC.

También ha descartado que un 'brexit' duro vaya a suponer un impacto a la compañía por la devaluación de la libra, ya que el grupo tiene coberturas establecidas para 2019 como hace con el resto de divisas de los países en los que opera.

Además, ha recordado que la actividad de Iberdrola no es la importación o exportación de bienes, sino que invierte y paga en libras en ese país y la mayoría de sus proveedores son británicos, salvo en determinados casos, como el proyecto de parque eólico marino East Anglia, en el que un 40 % de los equipos son de importación.