La agencia de calificación Fitch cree que los bancos españoles probablemente encarecerán las hipotecas para compensar los gastos de notaría y registro que ahora tienen que asumir tras la aprobación de la nueva ley hipotecaria.

Este cambio regulatorio podría hacer que los clientes ahorrarán entre un 3% y un 4% del precio de la propiedad que adquieren, pero Fitch piensa que en realidad ese ahorro no se producirá porque los bancos elevarán los diferenciales de las hipotecas.

Otra de las novedades de la ley hipotecaria es que retrasa el proceso judicial para iniciar una embargo y Fitch piensa que tener que esperar más tiempo podría incentivar aún más a los bancos a buscar acuerdos con los clientes.

Fitch considera que la nueva normativa pretende reflejar mejor la realidad del mercado español donde cerca del 40% de los empleos son temporales o por cuenta propia, lo que hace más volátiles los ingresos de las familias.