El grupo tecnológico Indra obtuvo el año pasado un beneficio neto de 119,8 millones de euros, lo que supone una caída del 6 % respecto al ejercicio anterior, afectado por el menor ingreso extraordinario en impuestos por Brasil respecto a 2017.
El beneficio bruto de explotación (ebitda) creció un 10 %, hasta 293 millones de euros, mientras los ingresos ordinarios ascendieron a 3.103,7 millones, lo que supone un incremento del 3 %, ha comunicado este jueves el grupo la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
La contratación neta de Indra repuntó un 9 % en 2018 en moneda local (un 6 % más en reportado), con crecimientos tanto en Transporte y Defensa (T&D) como en Minsait (TI), con incrementos del 8 % y del 10 %, respectivamente.
Destacan los crecimientos en la contratación en España, del 17 %, y América, del 15 % en moneda local, principalmente por la aportación de las adquisiciones (Telecom, Paradigma y Advanced Control Systems).
También creció la contratación en Asia, Oriente Medio y África, un 1 % en moneda local), mientras en Europa se produjo un descenso del 10 %, por la caída registrada en el proyecto Eurofighter y por el difícil comparable frente a 2017 en el negocio de Tráfico Aéreo (ATM).
En cuanto a los ingresos por áreas geográficas, destacan de nuevo España, con una subida del 12 %, representando un 50 % de las ventas totales, y de América, una del 4 % en moneda local (20 % del total), impulsados por la aportación de las adquisiciones y por el propio crecimiento orgánico en ambas regiones.
Las ventas en Europa también crecieron, un 3 % en moneda local y representan un 16 % de las totales, mientras en Asia, Oriente Medio y África descendieron un 7 % en moneda local y suponen un 14 % el total, debido al difícil comparable respecto al año anterior por el negocio de elecciones (excluyendo este negocio las ventas habrían crecido en torno a dígito medio simple).
El flujo de caja libre generado en 2018 ha sido de 168 millones, un 19 % inferior a los 186,5 millones de 2017.
La deuda neta se redujo hasta 483 millones de euros en diciembre de 2018 frente a los 588 millones de un año antes y el nivel de apalancamiento se sitúa en 1,6 veces el ebitda de los últimos doce meses frente a las 2,2 en 2017.
El coste medio de la deuda bruta se situó en el 2 %, lo que supone una mejora de 0,2 puntos porcentuales respecto a 2017.
Las previsiones de Indra para el presente ejercicio apuntan a unos ingresos de 3.104 millones de euros y un flujo de caja libre superior a 100 millones antes de la variación de capital circulante.