Miguel Ángel Moreno
La empresa española Influencity, que ofrece una herramienta para medir las campañas publicitarias que se apoyan en personas influyentes en las redes sociales o 'influencers', aboga por "aportar transparencia" a las marcas en una actividad donde hay "mucho desconocimiento" y "una gran oportunidad de mercado".
Esta compañía emergente lanzada en 2017 ha logrado una facturación cercana a un millón de euros en 2018 con una herramienta que facilita a las empresas hacer campañas publicitarias en redes sociales, eligiendo a las personas más adecuadas por su público objetivo, gestionando la campaña y midiendo sus resultados.
"Hay mucho desconocimiento sobre cómo hacer este tipo de estrategias de forma profesional, con quién contratar. Nosotros aportamos transparencia midiendo las campañas pasadas de esos 'influencers', su coste y eficiencia", ha explicado a
Lo que ofrece esta compañía emergente, apoyada en sus inicios por la incubadora Demium Startups, es una herramienta informática de pago por suscripción anual en el que una marca puede identificar qué 'influencers' pueden ayudarle en una campaña de entre una base de datos de dos millones, planificar la estrategia, gestionarla y medir los resultados obtenidos.
En un sector incipiente, el de la publicidad a través de personas influyentes en las redes sociales, en el que hay perfiles "súper profesionales y otros no tanto", esta compañía con sede en Madrid pretende ayudar a las marcas a elegir bien en quién confiar su mensaje apoyándose en datos objetivos.
"Hay muchos perfiles que no son 'influencers', que tengan muchos seguidores no significa nada", ha añadido Sánchez, para quien la clave es la afinidad que el perfil tiene con la marca y su capacidad de generar 'engagement', un término que podría traducirse como identificación o implicación de los consumidores con la marca.
Preguntado por los perfiles de creadores de contenido en redes sociales que corresponden a menores de edad, el fundador de Influencity ha asegurado que en estos casos siempre recomiendan a las empresas que establezcan contratos con los padres o tutores, exactamente igual que en la actuación o la publicidad tradicional.
Sánchez ha enfatizado que la clave de su negocio es la herramienta, ya que no se dedican a la representación de los 'influencers' que están en su base de datos. "Cada agencia o marca puede contratar los que quieran, estén en nuestra base de datos o no", ha puntualizado.
En su base de datos hay perfiles de personas populares en redes sociales como Twitter, Instagram y YouTube en España, pero también en Brasil (donde tienen localizados hasta 300.000), Francia, Italia, República Checa, Perú o Argentina.
"La mayoría de nuestros clientes son empresas que se están dando cuenta de que no están llegando a un público por debajo de los 35 años, que no ve la televisión sino que está en Internet, y el 65 % de los usuarios utiliza bloqueadores de anuncios, así que no sirve la publicidad tradicional", ha explicado Sánchez.
Compañías como Cabify, Telefónica, Xbox, MTV, Uber, Discovery Channel, Air France, Mattel o Samsung ya han confiado en ellos para poner en marcha campañas, en un mercado en crecimiento que particularmente genera mucho interés en las compañías de gran consumo orientadas al público joven.
"Queremos hacer entender a los profesionales del 'marketing' los beneficios que pueden obtener de estas estrategias. Queremos crecer con un mercado que aumenta a doble dígito para año y que se estima que supondrá 10.000 millones de dólares (8.800 millones de euros) a nivel global en 2020. Hay una gran oportunidad", ha añadido.
Con vistas a ese crecimiento, Influencity ha iniciado recientemente una ronda de financiación de dos millones de euros, de los cuales 500.000 los pretenden captar con préstamos convertibles antes del 31 de marzo y el resto planean obtenerlo para el último trimestre del año, con la previsión de que la compañía tenga una valoración de ocho millones de euros al final de la ronda.