El Grupo Mutua Madrileña obtuvo un beneficio neto de 266,9 millones de euros en 2018, un 6% más que el año anterior, gracias al buen comportamiento de los ingresos de todos los ramos en los que opera, especialmente Autos y Salud.
Así lo ha explicado hoy el presidente del Grupo, Ignacio Garralda, que ha anunciado que la entidad está interesada en alcanzar algún acuerdo con alguna empresa innovadora en el negocio de la movilidad, como el coche compartido o el renting de particulares, que podría cristalizar "antes del verano".
También siguen buscando socios para el negocio asegurador en Latinoamérica, sobre todo en México, Perú o Colombia, después de adquirir un 40% de la entidad chilena BCI, con opción de elevar ese porcentaje hasta el 60% en 2020, lo que harán si no hay "ningún sobresalto".
Garralda ha destacado que las cuentas de 2018 son "consistentes" en el tiempo y "sostenibles" en el futuro y tienen más calidad que las de 2017, que incluían unos ingresos atípicos de 31 millones de euros obtenidos con la venta del Palacio de Miraflores.
De esos casi 267 millones de euros de beneficio, 250 millones procedieron del negocio asegurador, que creció el 50,8%, gracias a autos y salud, una evolución que les ha permitido volver a congelar las primas a casi la mitad de los asegurados.
El resultado no ha sido tan positivo en el negocio de inversión del Grupo, que bajó un 44,3% hasta los 54,2 millones, debido al panorama "desolador" que imperó en los mercados, ha explicado Garralda.
Asimismo, ha negado que la Mutua tenga intención de desmutualizarse, es decir, convertirse en una sociedad anónima, al menos a medio plazo, al tiempo que ha admitido que "le han dado vueltas" a la posibilidad de comprar una ficha bancaria, aunque les ha desanimado la presión regulatoria y la competencia que hay en el sector.
En cuanto al "sandbox" y las posibles ventajas que podría ofrecer a las empresas de "insurtech" que intentan "colarse" en el sector y hacer la competencia a las entidades más reguladas, se ha mostrado a favor de esta iniciativa del ministerio de Economía, que consiste en un banco de pruebas, un entorno controlado para probar innovaciones tecnológicas en el sector financiero.
"El propio regulador irá compaginando la innovación con los derechos del consumidor y con la solvencia de los aseguradores", ha dicho Garralda, que ha añadido que es mejor "hacerlo cuanto antes", para que las "insurtech" no vayan por libre en el mercado y no haya que regular "a posteriori", que siempre es más difícil.
En cuanto al modelo de supervisión, ha dicho que el sector está cómodo con el actual, con un supervisor para la banca, otro para el seguro y otro para los mercados, que vigilan tanto la solvencia de las entidades como su conducta, frente al modelo "twin peaks" que quiere el Gobierno, con un supervisor para la solvencia de todo tipo de entidades y otro para la conducta.
El Grupo obtuvo unos ingresos por primas de 5.270 millones de euros, un 5,3% más que en 2017 y un volumen de pólizas que alcanzó los 8,4 millones tras crecer un 5,1% interanual.
Por áreas de negocio, No Vida creció un 4,8% y logró unos ingresos por primas de 5.046 millones, lo que permitió al Grupo Mutua situarse por primera vez en su historia en primera posición en la clasificación nacional de este área.
Por ramos, autos ingresó 1.485 millones de euros tras crecer el 3,1%, en tanto que en salud, los ingresos sumaron 2.524,2 millones (7,6%), y en multirriesgos las primas crecieron apenas un 1,1% , hasta 560 millones de euros.
En el ramo de Vida, los ingresos se situaron en 224,2 millones tras elevarse casi un 2%, con un volumen de provisiones matemáticas de 1.183 millones de euros (8,9%).
Garralda ha adelantado algunos aspectos del plan de negocio 2018-2020, que se centrará en mantener el crecimiento rentable y sostenido y en acelerar la diversificación y transformación de la entidad, apostando por el crecimiento del negocio financiero y la gestión de patrimonios.