Gema Sifuentes
Nutrino Health, que nació en 2012 como proyecto de un máster en una escuela de negocios, ha cerrado recientemente una operación de venta con el fabricante de dispositivos médicos norteamericano Medtronic por valor de unos 88 millones de euros (100 millones de dólares).
La iniciativa, creada por tres compañeros de máster, funciona a través de un programa que durante 15 días recoge los hábitos alimenticios del usuario, y establece una "correlación" con los datos físicos, de sueño y de glucosa de la misma, ha explicado el cofundador Eduard Ros en una entrevista con
Para ello, Nutrino Health se debe conectar, a través de la aplicación "FoodPrint", con otros dispositivos inteligentes que midan estas variables físicas y de descanso, así como a un glucómetro.
La plataforma además cuenta con una base de datos que reúne más de un millón de alimentos de diferentes países, con el objetivo de ser lo más preciso posible a la hora de identificar la comida de cada usuario, mediante la introducción de la marca, de una fotografía, o de la lectura del propio código de barras.
Así, el nutricionista virtual es capaz de entender cómo un mismo alimento afecta a cada persona en función de su propio metabolismo, y con especial atención a aquellos que padecen diabetes.
"Nos hemos enfocado en el mundo de la diabetes por su importancia a la hora de estar alerta sobre los niveles de glucosa en sangre. Y, además vemos que es donde existe una mayor necesidad para un producto de este tipo", ha recalcado Ros.
Por otro lado, José Luis Martín, cofundador y actual accionista de Nutrino Health, ha señalado que en el momento de crear la startup advirtió una falta de personalización en los dispositivos que ofrecía el mercado.
"Nuestro objetivo principal era generar recomendaciones individualizadas de alimentación, porque a pesar de que existían aplicaciones sobre ello presentaban dos problemas: uno, era bastante molesto para el usuario tener que introducir lo que estaba comiendo; y dos, la falta de personalización", ha apuntado.
El punto de partida de este sistema de software basado en algoritmos y técnicas de "machine learning" llega al mercado gracias a la preparación de un triatlón por parte del actual director de finanzas de Glovo, que buscaba aumentar los resultados con la mejora de sus hábitos alimenticios.
Es entonces cuando los dos jóvenes emprendedores, junto a su compañero de máster israelí Jonathan Lipnik, comienzan a trabajar en la elaboración de este proyecto, que crece gracias a las primeras rondas de financiación apoyadas por familiares y amigos, agencias de publicidad, e incluso de otros emprendedores "de éxito", ha asegurado Ros.
En 2015, la startup española e israelí logró firmar su primer acuerdo comercial con el "mayor" fabricante de dispositivos médicos, Medtronic, y dos años después cerró su última ronda de financiación por cinco millones de dólares (cuatro millones y medio de euros).
"Durante los tres años de colaboración con Medtronic nos hemos sentido muy cómodos, porque hemos podido desarrollar la tecnología a partir de nuestra propia visión", ha confesado Martín.