Pacto Mundial pide a las empresas "planes de acción reales" en sostenibilidad
Miguel Ángel Moreno
El 80 % de las empresas del Ibex 35 afirma su compromiso con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), pero solo el 17 % establece objetivos cuantificables, una falta de "planes de acción reales" que supone un "reto" para la Red Española del Pacto Mundial, según su directora ejecutiva, Cristina Sánchez.
"El problema que estamos encontrando es que hay muchas empresas que se comprometen con los ODS pero no tienen un plan de acción real que fije unos objetivos", ha señalado Sánchez en una entrevista a
El último informe de esta entidad indica que el 77 % de las empresas del selectivo español han identificado los ODS prioritarios para su actividad, el 57 % explica cómo contribuye a ellos y un 43 % de los consejeros delegados ha mostrado su compromiso, pero faltan objetivos cuantificables (solo los tiene un 17 %) y la formación a empleados (0 %).
"El compromiso llega, pero falta la acción y cómo lo materializo. Estamos viendo avances, pero no a la velocidad que nos gustaría. Nosotros animamos a pasar del compromiso público a alinear la estrategia de negocio con los ODS", ha añadido Sánchez.
El Pacto Mundial (o Global Compact) es una iniciativa lanzada por las Naciones Unidas en el año 2000 para acercar los grandes desafíos del desarrollo internacional al sector privado.
La Red Española de esta organización agrupa a 661 entidades socias, la mayoría empresas, de las cuales 339 son grandes compañías y están treinta de las 35 del Ibex; para un total de 1.508 entidades adheridas que también incluye empresas públicas, organizaciones del tercer sector e instituciones educativas.
Por todo ello, España cuenta con la red nacional con más firmantes de entre las 76 organizaciones nacionales que existen en todo el planeta, y su financiación depende en un 90 % con cuotas de sus socios.
Su trabajo de acompañamiento y asesoramiento a sus socios se basa en los diez principios del Pacto Mundial, que incluyen compromisos sobre Derechos Humanos, normas laborales, Medio Ambiente y lucha contra la corrupción, a los que han incorporado los Objetivos de Desarrollo Sostenible, enunciados en 2015 para obtenerlos en 2030.
Estos objetivos han supuesto "una evolución cualitativa" respecto a los anteriores Objetivos del Milenio, en los cuales no se contempló a las empresas, según Sánchez, algo que ha cambiado "radicalmente" con estos objetivos, que incluyen temas sobre educación, igualdad, medio ambiente, derechos laborales, lucha contra la pobreza, paz y justicia.
Las empresas españolas tienen más facilidad para acercarse a estos objetivos en los temas medioambientales, que son "más cuantitativos" y en los que la regulación las fuerza a avanzar, pero "tienen que trabajar" en aspectos como los Derechos Humanos en la empresa y en la transparencia.
"Hay un desconocimiento del papel de los Derechos Humanos en la empresa, que abarcan muchísimas cosas, desde la gestión de empleados, los horarios, la conciliación, la igualdad o la situación de las personas con discapacidad, a la gestión de la cadena de suministro, por compleja que sea", ha indicado Sánchez.
Las posibilidades de medir y actuar sobre estos objetivos es más complicada para las pequeñas y medianas empresas, que cuentan con menos recursos, pero que según la directora ejecutiva de la Red Española, tienen mucho que ganar si los aplican, ya que les pueden ayudar a retener talento y adelantarse a la regulación.
"Algunas grandes empresas ya están pidiendo a sus proveedores indicadores de sostenibilidad, que pueden ser relevantes para conseguir o no un contrato, e incluso la Administración Pública también los pide", ha recordado Cristina Sánchez.
Para que los Objetivos de Desarrollo Sostenible puedan extenderse en las empresas y en su conocimiento en la sociedad, es necesario "un escenario político estable a largo plazo", algo que la directora de la Red Española ha admitido que "no se da", en el contexto electoral.
No obstante, Cristina Sánchez ha valorado los pasos dados por el actual Gobierno, que afronta sus últimos días de gestión, como la creación del Alto Comisionado para la Agenda 2030, el Consejo de Desarrollo Sostenible, que era "súper necesario", o la comisión mixta Congreso-Senado para los objetivos de desarrollo sostenible.