Madrid, 22 mar (EFECOM).- El empleo a tiempo parcial para cuidar a personas dependientes aumentó un 28,8 % en 2018, hasta totalizar los 358.200 ocupados, de los que casi nueve de cada diez eran mujeres, según las variables de submuestra de la Encuesta de Población Activa (EPA).
Los datos publicados este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE) muestran que más de la mitad de estas mujeres que se ven obligadas a trabajar a tiempo parcial creen que no hay servicios adecuados para la atención de personas dependientes (niños, adultos, enfermos o discapacitados) o que no pueden costeárselos.
Analizando el puesto de trabajo, el INE destaca que siete de cada diez ocupados en España en 2018 tenía jefe y ningún subordinado, una situación que apenas ha variado respecto al año anterior y que es trece puntos superior en el caso de las mujeres (76,3 %) que en el de los hombres (63,1 %).
No obstante, ha aumentado cuatro décimas el porcentaje de directores de empresas pequeñas, aunque el peso de los hombres (8,5 %) es 3,6 puntos superior al de las mujeres (4,9 %), una brecha de género que también se da en el resto de categorías: encargados, mandos intermedios o directores de grandes empresas.
La estadística revela también que la mayoría de los desempleados en 2018 había trabajado con anterioridad y que el principal motivo para haber dejado su empleo fue la finalización del contrato, lo que afectó a 1,68 millones de personas (el 53,4 % del total, tasa que ha aumentado cinco décimas respecto a 2017).
Por detrás, el 10,9 % de los desempleados habían sido despedidos o se había suprimido su puesto de trabajo, tasa que ha aumentado seis décimas frente a 2017.
Los datos muestran que el número de desempleados de muy larga duración (más de tres años o más) se redujo en 2018 en casi 200.000 personas, hasta las 803.000, llegando a representar al 25,5 % de los parados con experiencia laboral, casi tres puntos menos que el año anterior.
En función de la formación, las tasas de paro más elevadas se registraron entre aquellos que no han superado la ESO o el bachillerato (20,21 %), población que también cuenta con las tasas de empleo más bajas (37,63 %) .
Por el contrario, las menores tasas de paro se dieron entre personas formadas en el ámbito de la salud y servicios sociales (7,76 %) y la tasa de empleo más elevada en las personas formadas en las tecnologías de la información y las comunicaciones TIC (79,88 %).
Cabe destacar que el empleo de las mujeres fue superior al de los hombres en las ramas de ciencias naturales, químicas, físicas y matemáticas; y en agricultura, ganadería, silvicultura, pesca y veterinaria.
También fue superior la ocupación femenina en ciencias sociales, periodismo y documentación, al tiempo que fue la única actividad en la que la tasa de paro femenina fue inferior a la masculina.