El consejero delegado de Endesa, José Bogas, ha reiterado que los empleados directos tienen garantizado su puesto tras el cierre de la central de Compostilla II, en Cubillos del Sil (León), y que dará prioridad a la contratación de trabajadores de las auxiliares en las tareas de desmontaje.
Así lo afirma en la respuesta al escrito que le envió el consejero de Empleo de la Junta de Castilla y León, Carlos Fernández Carriedo, con el fin de conocer su compromiso con los trabajadores de las empresas auxiliares de la central térmica de Compostilla, que mantienen una protesta acampados a las puertas de la central hace más de 40 días para solicitar un plan social.
Bogas asegura a la Consejería de Empleo que "sus preocupaciones encajan en la responsabilidad social corporativa" de Endesa, y repite lo recogido en el Plan de Futuro que había anunciado.
Expone en su misiva que "al menos unos 80 auxiliares podrán continuar desempeñando las tareas que venían realizando hasta ahora", y asegura que apoyarán la recolocación de los 66 restantes", incluso mediando con la central de biomasa de Forestalia que espera ponerse a funcionar también en Cubillos del Sil.
Asegura que algunos ya han entrado a trabajar en el desmantelamiento de los dos primeros grupos y que intentará "favorecer" la formación del resto para que lo hagan con los otros grupos.
Los trabajos requerirán entre 130 y 200 empleados y durarán entre 4 y 6 años.
"Estamos siendo proactivos de manera responsable en facilitar oportunidades a estos trabajadores", recalca Bogas, y agradece a la Junta intentar mediar en este tema.
Pero advierte de que no puede reunirse con los auxiliares, como también pedía el consejero, "puesto que dicha relación directa con el colectivo de trabajadores de las empresas auxiliares corresponde a la dirección de las compañías afectadas y, en su caso, a la administración".