La petrolera rusa Lukoil ha decidido cerrar su oficina en Houston (EEUU) y redistribuir a los empleados en otras filiales de la compañía, dado que no ha conseguido trabajar con el petróleo de esquisto, informó hoy su presidente, Vaguit Alekpérov.

"No funcionó con el petróleo de esquisto", señaló el máximo responsable de la multinacional, según recoge la agencia Interfax.

Alekpérov explicó que algunos de los empleados "se mudarán a la oficina en México y otras a Lukoil Engineering".

"Los empleados de la oficina en Houston se están redistribuyendo de manera gradual en otras filiales de la compañía, se están tomando decisiones individuales sobre cada uno", precisó posteriormente la empresa.

De esta manera, a partir del 1 de mayo el número de trabajadores en la oficina se reducirán a siete, que seguirán trabajando hasta finales de año.