El presidente del Grupo Euskaltel, Alberto García Erauzkin, ha dicho hoy ante la Junta de Accionistas que la empresa tiene "un horizonte ilusionante y, desde el crecimiento, reforzará su solidez y estabilidad".

Los accionistas han aprobado las cuentas anuales del pasado ejercicio, el informe de gestión y el resto de las propuestas en la Junta General celebrada en la sede de la compañía en Derio (Vizcaya).

Euskaltel ha celebrado su Junta en un momento en el que la británica Zegona -ahora segundo accionista- quiere tomar el control de la empresa mediante compras en Bolsa, pero éste ha sido un asunto al que no se ha dedicado ni una palabra en la Junta, y por el que tampoco han preguntado los accionistas.

La situación refleja la estrategia de los últimos meses: mientras Zegona ya ha aprobado el dinero -141 millones de euros- para hacerse con el control de Euskaltel -ahora tiene el 15 por ciento y quiere llegar al 29 por ciento del capital, frente al 19 por ciento de Kutxabank-, la actual dirección de la firma sigue con su plan estratégico ya anunciado, independientemente de los movimientos de Zegona.

En su intervención ante los accionistas, García Erauzkin ha explicado que 2018 ha estado marcado por el gran avance en la integración (de Euskaltel, la gallega R y la asturiana Telecable) y por la expansión.

Esta expansión empezó el año pasado en Navarra; este mes de marzo Euskaltel ha empezado a comercializar sus productos en León, Cantabria y La Rioja, además de Cataluña, donde comercializa productos y servicios bajo la marca RACCtel+.

Según el presidente, estos nuevos mercados serán el 8 por ciento de los ingresos totales del grupo en 2022.

García Erauzkin ha prometido que en 2019 seguirán "trabajando como hasta ahora, impulsando la digitalización, creando valor para los clientes, accionistas y para la sociedad" y con el compromiso de "seguir creciendo todos juntos, con vosotros".

Hoy se ha aprobado un dividendo final de 0,31 euros por título con cargo a los resultados de 2018, que supone una rentabilidad del 4,2 % ponderado sobre el precio medio de la acción en 2018 y un 11,5 % más que el abonado hace un año.

El consejero delegado del grupo, Francisco Arteche, ha destacado que el modelo de negocio "funciona y demuestra una gran solidez financiera. Planteábamos los años 2018-19 como de transición, y estamos yendo a buen ritmo".

Arteche ha recordado las cifras ya publicadas: 2018 cerró con una facturación de 692 millones, un 11 por ciento más, un beneficio de 63 millones, un 26 % más, y una deuda por debajo de 4,5 veces el Ebitda.

En esta situación, "acometeremos la transformación de la compañía son seguridad financiera. Con la expansión como el primer pilar", ha afirmado.

El objetivo para 2019 es "ir ganando tracción, mejorar nuestro rendimiento cada trimestre. Estamos en una época muy competitiva que no va cambiar a corto plazo. Espero que por el bien del mercado no se repita la 'guerra del fútbol', con descuentos muy agresivos, pero es lo que hubo en 2018", ha opinado el consejero delegado.