Prima de riesgo italiana sube a 264 puntos, a la espera de previsiones 2019
Roma, 8 abr (EFECOM).- La prima de riesgo italiana, que mide el diferencial entre el bono italiano a diez años y el alemán del mismo plazo, se mueve este lunes en torno a los 264 puntos básicos, frente a los 247 en los que cerró el viernes, mientras el Gobierno ultima su actualización del cuadro macroeconómico para 2019.
El pasado viernes, la prima de riesgo cerró en 247 puntos básicos y la rentabilidad del bono a diez años se quedó en el 2,47 %.
Sin embargo, este lunes la prima ha escalado veinte puntos básicos y ha llegado a superar los 264, aunque a las 10.40 horas locales (8.40 GMT) estaba en los 262 y la rentabilidad del bono a diez años en el 2,62 %.
El Gobierno italiano, del antisistema Movimiento Cinco Estrellas y la ultraderechista Liga, ultima la actualización de sus previsiones macroeconómicas para 2019 y los objetivos para el próximo trienio, que debe presentar ante el Parlamento italiano antes del próximo 10 de abril.
El Ejecutivo estimó a finales del pasado año que el país crecería un 1 % en 2019, el déficit sería del 2,04 % y la deuda del 130,7 % del producto interior bruto (PIB).
Sin embargo, Italia entró en recesión en 2018 al acumular retrocesos del 0,1 % del PIB en el tercer y cuarto trimestre, y el ministro de Economía italiano, Giovanni Tria, confirmó recientemente que el crecimiento está "próximo a cero".
Esta realidad unida a las bajas estimaciones de organismos como la Comisión Europea, que cree que Italia crecerá solo un 0,2 % en 2019, o la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) que pronostica que sufrirá una contracción del 0,2 % en 2019, obligan al Ejecutivo a revisar sus cálculos.
Los medios italianos avanzan a que el Gobierno podría rebajar el crecimiento para este año en torno al 0,1-0,3 % e incrementar el déficit al 2,1 %, si bien de momento no hay ninguna confirmación oficial.
De forma paralela, las dos formaciones están presionando al titular de Economía para que el Gobierno apruebe un decreto con el que indemnizar a todos los inversores afectados por la quiebra de bancos.
Las reglas europeas contemplan que en caso de bancarrota de una entidad sean los accionistas y acreedores los que asuman las pérdidas y no los contribuyentes -como ocurrió en el pasado-, con dinero público.
Por eso, Tria ha afirmado que se podrá indemnizar a quienes perdieron sus ahorros siempre y cuando no se violen las normativas europeas.