Economía

La agricultura española ve una amenaza en los acuerdos UE-Países Terceros

17 abril, 2019 11:06

Angélica Quintana

Madrid, 17 abr (EFECOM).- Los acuerdos comerciales entre la Unión Europea (UE) y países terceros se han convertido en una de las amenazas para las frutas y hortalizas españolas, al menos, así lo creen muchos productores, que ven cómo año tras año aumenta la competencia del exterior en su principal mercado, el comunitario.

Las quejas no recaen en los recientes pactos comerciales con Canadá o Japón, que no son competencia agrícola, sino en los que impulsan la ya creciente entrada de cítricos y otras frutas de Sudáfrica, Egipto o Marruecos; flores de Kenia o plátanos de Ecuador, que coinciden en parte con las campañas españolas.

La inclusión del Sáhara Occidental en los últimos acuerdos UE-Marruecos ha recordado a los productores la recurrente expresión de "tomates por peces" que nació en España con el primer tratado en los pasados años 90.

La Comisión Europea (CE) justificaba en un informe en 2018 los beneficios económicos y laborales de su incorporación para la población saharaui y calculaba que el cultivo de frutas y hortalizas podría aumentar en la zona de las actuales 900 hectáreas hasta 5.000, y la producción, de 64.000 a 500.000 toneladas a medio plazo.

España, que hace años recibía el apelativo de la "Huerta de Europa", está además pendiente de qué pasa con el reiterado aplazamiento del Brexit, las negociaciones con Mercosur y la subida de aranceles de Estados Unidos a la aceituna de la UE -que ahora puede extenderse a cítricos, vino y queso- y los de Brasil al ajo.

Las principales asociaciones agrarias -Cooperativas Agro-alimentarias, Asaja, COAG y UPA- critican la pérdida de márgenes a causa del incremento de las importaciones comunitarias desde Turquía o Egipto, lo que se suma a la pérdida del mercado ruso por su veto a la producción hortofrutícola europea desde 2014.

Denuncian que la competencia exterior, con menores costes laborales de producción, no solo causa que en la UE haya una mayor oferta sino que, además, puede acarrear la entrada de plagas -como la 'mancha negra' de los cítricos detectada en partidas procedentes de Sudáfrica-, o productos de dudosa calidad como la miel china.

"La política de librecambio es una apuesta clarísima de la UE que ha provocado una globalización asimétrica: todos los países terceros pueden acceder prácticamente sin restricciones al mercado comunitario mientras hay serias dificultades para entrar en los suyos", resume el director de Fepex, José María Pozancos.

La representación de la CE en Madrid niega la mayor: "La agricultura es un sector clave para la UE y la Comisión es extremadamente cuidadosa a la hora de negociar y adoptar acuerdos con otros países" que, además, cuentan con "medidas de salvaguardia cuando es necesario proteger un sector nacional específico".