El grupo estadounidense United Technologies ganó 1.346 millones dólares en el primer trimestre, un 3,7 % más respecto al mismo periodo de 2018, con unos resultados "mejores de lo esperado" gracias a la adquisición de la empresa de manufactura de piezas de avión Rockwell Collins.

La empresa de productos de alta tecnología con sede en Farmington (Connecticut) obtuvo un beneficio neto de 1,58 dólares por acción, frente a 1,64 en los primeros meses del año pasado, aunque el beneficio fue entonces de 1.297 millones de dólares.

La facturación aumentó hasta 18.365 millones de dólares, un 20,4 % más que en el mismo periodo del año pasado.

El presidente y consejero delegado de la compañía, Gregory Hayes, subrayó en un comunicado el "fuerte comienzo" de la empresa este año, con buenos datos de ventas en sus cuatro ramas de negocio (Otis, Carrier, Pratt & Whitney y Collins Aerospace Systems), los cuales contribuyeron a un crecimiento orgánico del 8 %.

Asimismo, Hayes insistió en el compromiso de la compañía de separar al menos dos de ellas, Otis y Carrier, para convertirlas en negocios independientes hacia el primer semestre del año que viene.

El incremento de la facturación procede sobre todo de Collins, cuyas ventas se duplicaron hasta 6.513 millones de dólares desde la facturación de 3.817 millones en los tres primeros meses de 2018.

"Los beneficios y el flujo de caja excedieron nuestras previsiones del trimestre, lo que refuerza nuestra confianza en la previsión financiera para todo el año lo que incluye una mayor horquilla de beneficio por acción de entre siete y ocho dólares", afirmó el máximo ejecutivo.

Las ventas previstas por United Technologies, sin embargo, no varían, y la previsión sigue siendo de entre 75.500 millones y 77.000 millones de cara a cierre de año.