Economía

CaixaBank recorta su beneficio un 24% hasta marzo por menores extraordinarios

30 abril, 2019 13:14

Valencia, 30 abr (EFECOM).- CaixaBank ha ganado un 24,3 % menos en el primer trimestre al registrar un beneficio de 533 millones frente a 704 millones en el mismo período de 2018 debido a la ausencia de extraordinarios, mientras que aumentan en casi 11.000 millones los recursos de clientes.

El resultado de la entidad bancaria de origen catalán se hubiera incrementado un 4,3 % si no se tiene en cuenta el impacto de los extraordinarios, que alcanzan 193 millones, ha destacado este martes el consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, quien ha subrayado "la posición competitiva" del banco.

La venta de Repsol (63 millones), la reclasificación contable de BFA (76 millones) y la revalorización de la participación de BPI en la cervecera Viacer (54 millones) son los tres extraordinarios principales que se dieron en 2018.

"Son tres razones ajenas a nuestro negocio bancario que tuvieron una aportación muy importante en el primer trimestre de año pasado y este año no", ha explicado Gortázar en conferencia de prensa.

El ejecutivo ha restado importancia a que la Bolsa haya reaccionado esta mañana a estos resultados con caídas por encima del 3 % de su cotización. "La Bolsa es soberana y a veces reacciona a estímulos a corto plazo y nosotros tenemos que crear valor para accionistas a largo plazo", ha dicho.

El crecimiento de los ingresos básicos del negocio, que alcanzan 2.027 millones (+0,9 %), impulsan los beneficios, apoyados por un aumento del margen de intereses del 2,9 %, hasta 1.237 millones, pese al descenso de las comisiones del 2,2%, hasta 612 millones.

La contribución del negocio bancario y asegurador, que asciende a 415 millones, destaca también en los resultados, mientras que la aportación del negocio de participaciones alcanza 60 millones y la de BPI 58 millones.

Los gastos de administración y amortización recurrentes crecen un 4,7 %, aumento que se explica por los gastos derivados del plan de transformación de la red (las oficinas 'store' y el despliegue del servicio remoto con gestor personal InTouch), así como un mayor gasto en tecnología y en nuevas iniciativas comerciales.

Los recursos de clientes crecen en 10.981 millones hasta 369.463 millones, un 3,1 % más.

Los recursos en balance alcanzan 266.674 millones (+2,8 % en 2019), con un crecimiento del 3,3 % del ahorro a la vista hasta 180.033 millones; y los activos bajo gestión crecen hasta 97.454 millones.

El patrimonio gestionado en fondos de inversión, carteras y sicavs se sitúa en 66.485 millones de euros (+3 %).

Respecto al crédito, el bruto a la clientela se sitúa en 226.432 millones (+0,8 % en el trimestre), con un crecimiento de la cartera sana del 0,9 %, o 1.952 millones.

El crédito bruto para la adquisición de vivienda (-0,7 % en el trimestre) sigue marcado por el desapalancamiento de las familias, según CaixaBank, aunque destaca que la nueva producción de crédito hipotecario mejora un 5 % con respeto al mismo período de 2018.

En el apartado de la banca particulares y banca digital, la entidad que preside Jordi Gual refuerza su liderazgo comercial con una cuota de penetración en España del 29,3 % y del 32 %, respectivamente.

Así, mantiene la primera posición en las cuotas de mercado de los productos y servicios como la domiciliación de nóminas y los productos de ahorro a medio y largo plazo.

La entidad contaba al cierre del trimestre con 4 millones de nóminas domiciliadas, tras captar 350.000 nuevas nóminas de enero a marzo (+5 % más) y alcanza una cuota de mercado del 26,9 %.

El grupo CaixaBank reduce la morosidad hasta el 4,6 % y los saldos considerados dudosos descienden 212 millones y se sitúan en 10.983 millones.

La ratio Common Equity Tier 1 (CET1) del grupo se situaba a 31 de marzo de 2019 en el 11,6%.

Respecto al Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que CaixaBank negocia con los sindicatos y que prevé la salida de 2.157 trabajadores, Gortázar se ha mostrado convencido de que habrá acuerdo y ha insistido en que es necesario para el futuro del banco.

La dirección y los sindicatos de CaixaBank llevan ya casi cuatro meses de conversaciones sobre el ERE sin que hayan podido pactar las condiciones de la reestructuración de la plantilla del banco, pese a que la entidad aceptó renunciar a las salidas forzosas.