Minoritario luso cree incertidumbre en DIA no acabará hasta acuerdo con banca
El inversor portugués Luís Amaral ha criticado hoy las últimas maniobras de Mijaíl Fridman por contribuir con ellas "al aumento de la incertidumbre" en torno al futuro de DIA, que en su opinión no cesará hasta que alcance un acuerdo con la banca acreedora.
En un comunicado divulgado hoy, Amaral (dueño de una participación próxima al 2 % de DIA a través de la sociedad Western Gate) se ha pronunciado así sobre la decisión de Fridman de eliminar el porcentaje mínimo de acciones que requería para hacer efectiva la opa que ha lanzado sobre la empresa.
En su opinión, estos cambios "no resultan favorables para la situación financiera de la compañía mientras no se alcance un acuerdo con las entidades financieras", ya que llegar a un consenso con los bancos es una condición "sine qua non" para que Fridman proceda a la ampliación de capital que sacaría de la quiebra técnica al grupo.
Fridman, quien controla el 29 % de la cadena de supermercados a través de LetterOne, ha decidido suprimir el umbral mínimo que exigía tras recibir el visto bueno del regulador a modificar su oferta sin necesidad de mejorar el precio que propone, de 67 céntimos por título.
En la práctica, esta medida garantiza el éxito de la opa independientemente del grado de apoyo que consiga entre el resto de accionistas.
Amaral ha lamentado los movimientos realizados por LetterOne durante las últimas semanas, ampliando el plazo de aceptación hasta en tres ocasiones -finalmente expirará el próximo lunes 13 de mayo- y modificando el porcentaje mínimo exigido en otras dos, por considerar que ayuda a seguir generando dudas sobre la empresa.
En este sentido ha recordado los problemas de existencias registrados en algunos supermercados y almacenes de la cadena -admitidos por la propia firma en su informe preliminar con los resultados del primer trimestre- y el deterioro de su negocio.
DIA se encuentra en quiebra técnica desde finales de diciembre y tiene de plazo hasta el 20 de mayo para restablecer el equilibrio patrimonial para no verse abocada al concurso de acreedores o la liquidación.