María Vicente
Madrid, 9 may (EFECOM).- Empresarios y sindicatos llevan dos meses negociando cómo aplicar el registro de jornada en las empresas, que entra en vigor el próximo domingo 12 de mayo, siendo en las pequeñas y medianas (pymes) en las que más dificultades se encuentran.
Así lo explica a Efe la directora de Relaciones Laborales de la CEOE, Rosa Santos, quien asegura que las grandes y algunas medianas empresas (más de 100 trabajadores) ya tienen el sistema implantado, mientras que el resto tiene dudas sobre cuál es la fórmula que más les conviene, teniendo en cuenta sus condiciones particulares.
Y es que, a partir del domingo, la Inspección de Trabajo y Seguridad Social comenzará a comprobar si las empresas cuentan con un registro de jornada para confirmar que las horas realmente trabajadas se corresponden con las que están contratadas y evitar así el fraude en el empleo parcial y asegurar que las horas extra son cobradas.
En el registro debe constar la hora de entrada y de salida del puesto de trabajo de cada trabajador de forma diaria, no siendo válida una contabilización de las horas extra a fin de mes.
El problema aquí reside en cómo cotejar si los horarios reflejados son los realmente trabajados, ha avisado el secretario general de CCOO, Unai Sordo, si bien la secretaria de Estado de Empleo, Yolanda Valdeolivas, ha asegurado en los últimos días que es la Inspección de Trabajo, cuando requiera el registro de jornada, quien debe asegurar que es un instrumento fiable.
Para la patronal es importante tener en cuenta las casuísticas de cada empresa, con el objetivo de encontrar el mejor sistema, buscando un equilibrio entre la protección de los empleados y la flexibilidad y conciliación, una aplicación cuyo impacto "no es tanto económico sino instrumental".
Por ejemplo, indica Santos, aquellas empresas que tengan teletrabajadores o empleados que realizan su actividad fuera de la sede, como técnicos o comerciales, deberán buscar otras formas de registro alternativas al documento Excel, como las aplicaciones informáticas.
Los sistemas digitales, como los de rastreo o los de recogida de datos biométricos (reconocimiento facial, del iris o de la huella dactilar), también entrañan obstáculos, explica Santos, algo en lo que coincide con la secretaria de Acción Sindical de CCOO, Mari Cruz Vicente, porque pueden vulnerar la Ley de Protección de Datos.
Para el secretario de Acción Sindical de UGT, Gonzalo Pino, las dificultades esgrimidas por las empresas "son falsas", puesto que ya era obligatorio que contaran con registros de jornada para contabilizar las horas extra o para jornadas parciales.
"¿Es que los empresarios no tienen ya el control de la jornada? ¿O es que un trabajador entra y sale cuando quiere?" se pregunta Pino, quien asegura que lo que no es admisible es que obliguen a los trabajadores a hacer horas extra por encima de lo que establece la ley ni que les muevan la jornada fuera de lo recogido en su contrato.
Con todo, la Inspección de Trabajo comenzará el mismo lunes 13 de mayo a controlar la implementación del registro, levantando en caso de su ausencia un acta de infracción grave, multada con entre 626 y 6.250 euros, en función del número de trabajadores afectados o del volumen de negocio de la compañía.
La presidenta del Sindicato de Inspectores de Trabajo y Seguridad Social, Ana Ercoreca, asegura en declaraciones a Efe que en caso de detectarse un fraude en el pago y cotización del tiempo de trabajo, se levantará un acta de infracción grave y una de liquidación del periodo no ingresado a la Seguridad Social, con un recargo en función del tiempo de demora.
No obstante, Ercoreca considera que, con el objetivo de incentivar la aplicación del registro, la norma debía haber contemplado que la infracción se registrara por cada trabajador afectado, lo que elevaría exponencialmente las multas.
La aplicación del registro de jornada entrará en vigor independientemente del fallo que sobre este asunto emitirá el Tribunal de Justicia de la UE el día 14 de mayo, ya que no sería vinculante, explica Ercoreca.
En España más de 735.000 trabajadores realizan un total de 5,7 millones de horas extra a la semana, de las que más de 2,6 millones (realizadas por más de 346.000 empleados) no son cobradas ni cotizadas, según los últimos datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), relativos al primer trimestre del año.
Por actividades, el sector del comercio es el que aglutina la mayor cuantía de trabajadores que trabajan más de lo estipulado en su jornada laboral sin percibir nada por ello, un total de 52.500 empleados, que realizan 450.700 horas extra semanales gratis.
Por detrás, se sitúan los 48.200 trabajadores de la industria manufacturera (que realizan 347.100 horas extra no pagadas a la semana), seguidos por los 37.800 de actividades profesionales, científicas y técnicas (281.900 horas), y los 37.200 de la educación (256.800 horas).
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