La compañía alemana de suministro energético E.on redujo en el primer trimestre el beneficio neto atribuido un 55 %, hasta 393 millones de euros, por la regulación británica que limita los precios desde este año.

E.on informó este lunes de que esta limitación de precios en el Reino Unido absorbió la mejora de los beneficios en renovables.

Sin embargo, la facturación subió en los tres primeros meses del ejercicio un 5 %, hasta 9.162 millones de euros.

Las inversiones cayeron en el mismo periodo un 18 %, hasta 568 millones de euros.

"Descontado el caso extraordinario de Gran Bretaña, hemos mostrado una evolución sólida en el negocio principal", dijo el director Financiero, Marc Spieker, al presentar las cifras.

La adquisición de Innogy, que era la división de renovables y redes de RWE, sigue adelante según el calendario previsto.

En febrero E.on recibió la autorización de la Comisión Europea (CE) y de las autoridades alemanas para adquirir las áreas de renovables Innogy.

En marzo la CE ha abierto la segunda fase de estudio en profundidad de la integración de Innogy en E.on, porque temen una posición de mercado demasiado fuerte en algunos países e incrementos de precios en la electricidad.

E.on está convencida de obtener las aprobaciones necesarias en la segunda mitad del año.

Al final de la compleja transacción, E.on quiere quedarse con el negocio de redes y venta de electricidad de Innogy y RWE se quedará con el de renovables de ambas compañías.

E.on tuvo flujo de caja operativo de -413 millones de euros en el primer trimestre (112 millones de euros un año antes).