Nueva York, 13 may (EFECOM).- La producción industrial en Brasil durante 2019 y 2020 experimentará una "leve recuperación", mientras que "continuará creciendo en México" según la agencia calificadora de riesgo Moody's, que apuntó que el consumo privado en Argentina "seguirá cayendo".

De acuerdo con esta agencia estadounidense "las bases del consumo de México seguirán siendo estables, pero crecerán más lentamente hasta mediados o finales de 2020".

Un contexto general de lento desarrollo de proyectos de infraestructura en América Latina en 2019 y 2020, llevará en México al enfriamiento de la economía y las limitaciones fiscales y dificultará la agenda del gobierno para impulsar el empleo y el crecimiento económico, según Moody's.

En cuanto al sector manufacturero, este crecerá de manera moderada en México, "en paralelo con la producción industrial de los Estados Unidos".

Asimismo, la agencia apunta que "los fundamentos de la industria de la energía en México son negativos" por la continua caída de la producción petrolera y gasística desde 2004, debido "a inversiones insuficientes y una pesada carga tributaria".

Por lo que respecta a Brasil, Moody's subraya que el mercado de consumo "sigue en recuperación para el período 2019-2020".

Además, según la agencia "las bases de la infraestructura de Brasil se mantendrán estables hasta mediados o finales de 2020, a medida que la economía se recupera gradualmente".

Las condiciones del sector manufacturero brasileño para este periodo "seguirán siendo neutrales con tendencias positivas hasta mediados o finales de 2020".

En este sentido, continúa Moody's: "Las industrias automotriz, siderúrgica y de bienes de consumo serán las más beneficiadas a medida que el consumo discrecional local se recupera".

Sobre el sector energético en Brasil, la agencia de EE.UU. destacó que las regulaciones se han vuelto "un poco más flexibles" y que "los fundamentos del sector de petróleo y gas brasileño son más positivos en 2019-2020".

En cuanto a Argentina, Moody's destaca que la caída del consumo privado en el país andino irá "en línea con una contracción del 1,5 % de la economía y un nivel de inflación persistentemente alto".

En este país, la inversión en infraestructuras se verá afectada por "el débil crecimiento del PIB y la menor actividad económica", que también "tendrán incidencia sobre su demanda de electricidad".