La construcción recupera solo 8 décimas de los 5 puntos de PIB perdidos
Matilde Martínez
Madrid, 22 may (EFECOM).- Desde que la construcción tocó fondo en 2014 solo ha recuperado 0,77 de los 5 puntos de PIB perdidos durante la crisis, que fue especialmente devastadora para un sector cuya actividad estuvo durante años en caída libre y que sigue muy lejos de volver a las cifras récord que registraba hace más de una década.
Entre 2008 y 2014 el sector de la construcción perdió la mitad de su valor en el PIB y desde entonces ha recuperado menos de una quinta parte, a pesar de que ya suma cuatro años de recuperación, de acuerdo con los datos de contabilidad nacional del Instituto Nacional de Estadística (INE).
La aportación de la construcción al PIB desde el punto de vista de la oferta (como rama productiva de la economía) era al cierre de 2018 de 71.083 millones de euros a precios corrientes, lo que supone el 5,88 % de los 1,2 billones del conjunto de la economía.
Esta cifra está lejos del máximo marcado una década antes en 113.190 millones, equivalentes al 10,14 % del PIB de entonces, de los que en 2014 solo quedaban 53.128 millones, el 5,11 % del PIB.
En términos de empleo el sector tampoco es lo que fue, ya que de los 2,7 millones de ocupados que llegó a tener en el segundo trimestre de 2007 -según la Encuesta de Población Activa (EPA)- solo quedaban 942.100 en el primer trimestre de 2014, desde donde ha subido a casi 1,3 millones en el primer trimestre de 2019.
En el ámbito residencial, la compraventa de vivienda vuelve a estar desde 2017 por encima del medio millón de operaciones anuales, después del mínimo marcado en 2013 en poco más de 300.000, pero todavía a distancia de las más de 955.000 vendidas en 2006, año récord conforme a los datos del Ministerio de Fomento.
De las viviendas traspasadas en 2006, 410.193 eran de nueva construcción, una cifra que bajó a 56.518 en 2013 y que en 2018 fue aún inferior (56.414), lo que refleja que la recuperación se concentra en el mercado de segunda mano.
La crisis dejó un stock acumulado de vivienda nueva sin vender de casi 650.000 inmuebles en 2009, que comenzaron a absorberse en 2010 y que bajaron a 476.938 en 2017, según los últimos datos publicados por Fomento.
La fiebre de la edificación llevó a que en el año 2006 el número de visados concedidos por los colegios de arquitectos técnicos para la construcción de nuevas viviendas rebasara los 865.000, una cifra que cayó por debajo de los 35.000 en 2014 y que en la actualidad está en el entorno de los 100.000 anuales.
La compraventa de viviendas no ha estado acompasada ni ahora ni en los tiempos del "boom" inmobiliario a la creación de nuevos hogares que siempre ha sido muy inferior, aunque en la década de los 2000 se cuadruplicaban y quintuplicaban las cifras actuales de nuevos hogares, en parte porque había más población inmigrante, con 95.300 en 2018 frente a los 474.200 de 2007 (datos del INE).
Hay que tener en cuenta además que no todos los nuevos hogares adquieren una vivienda en propiedad, de lo que se deduce que un alto porcentaje de las operaciones tienen una finalidad inversora.
A ello se suma la recuperación de los precios que se desplomaron un 30 %, hasta 1.455,8 euros de media por metro cuadrado en 2014 con datos de Fomento, nivel desde el que han subido un 11 % y tendencia en la que hay quien ve el germen de una nueva burbuja inmobiliaria.
No obstante, no parecen darse las condiciones. No solo porque los indicadores no reflejan una sobrevaloración del mercado, sino porque tendría que haber también una burbuja de crédito que no existe, a pesar de lo cual el Banco de España ha advertido recientemente a las entidades financieras de que vigilen los criterios de concesión de los créditos inmobiliarios.
El saldo total de los préstamos hipotecarios concedidos a hogares está bajando desde 2011, aunque se mantiene en niveles elevados como consecuencia de lo acumulado en los años previos, por encima de los 519.000 millones de euros a cierre del primer trimestre de 2019 (datos del Banco de España).
En el ámbito no residencial, la licitación de obra pública lleva tres años al alza, según la patronal de las grandes constructoras y concesionarias Seopan, que se queja de que el volumen de licitación equivale únicamente al 1,4 % del PIB y se mantiene en mínimos históricos, frente al promedio de los últimos 23 años del 2,5 % del PIB.
En la misma línea la demanda de cemento también se recupera, pero con volúmenes de consumo anual absolutos también en mínimos históricos, similares a los del año 1967, de acuerdo con los fabricantes.
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