La compañía de energías renovables Audax prevé alcanzar los 500.000 clientes, un 70 % más, y registrar entre 130 y 150 millones de euros de beneficio bruto de explotación (ebitda) en 2022, lo que supondría triplicar el del último ejercicio.

En una presentación con inversores, su vicepresidente, Eduard Romeu, ha abierto la puerta a que la compañía reparta por primera vez dividendo en 2020, si "se dan las circunstancias", y no ha descartado nuevas "operaciones inorgánicas" para nuevos proyectos, si se presentan oportunidades.

Además, la compañía planea reducir su apalancamiento y, entre las medidas que se plantean, se encuentra la rotación de activos, con su venta una vez operativos y tengan aparejado un contrato de compraventa a largo plazo (PPA), así como realizar desinversiones.

Audax también estudia formas de aumentar su capital flotante en el mercado bursátil para cumplir las recomendaciones del regulador.

Además, espera consolidar su liderazgo como comercializador independiente en el sector pyme, pasando de una cuota de mercado del 5 % al 8 %.

Para ello, prevé duplicar su capacidad de generación con la construcción de una cartera de plantas fotovoltaicas de 320 megavatios (MW), que espera tener operativas para finales de 2020 o principios de 2021 y que serán financiadas por Banco Sabadell.

Además, Audax ha cerrado un acuerdo marco para la construcción de otros 800 MW de cara al futuro.

A la hora de consolidar su negocio, la energética apuesta por los PPA y tiene ya firmados 1.700 MW en este tipo de contratos, lo que supone que la compañía tiene ya asegurado el 70 % de su objetivo de ebitda para 2022, según su directora general, Anabel López.

Romeu ha afirmado que la compañía tiene abiertas más de 50 negociaciones para futuros acuerdos de tipo, y ha añadido que Audax aspira a que dos tercios de la energía comercializada por la empresa provenga de estos acuerdos y de su generación propia.

Audax, que opera en España, Italia, Portugal, Polonia, Alemania y Holanda, tiene intención de focalizar su estrategia en los próximos años en Italia -tras España y Portugal-, con el objetivo de duplicar su tamaño y pasar de 46.000 clientes a 105.000 en 2022, y de 78 millones en ingresos a 150 millones en ese país.

Por otra parte, Romeu ha dicho que las comercializadoras pueden jugar un papel destacado en el futuro del autoconsumo, ya que las comunidades necesitarán una comercializadora para vender sus excedentes.