BM mantiene previsión 2019 en China y recuerda importancia de demanda interna
Pekín, 31 may (EFECOM).- El Banco Mundial (BM) mantuvo sus previsiones de crecimiento para China en 2019 en el 6,2 % -aunque rebajó la de 2020 al 6,1 %- y aseguró que la demanda interna será clave a la hora de enfrentarse a las incertidumbres económicas.
En un informe publicado este viernes, la institución afirma que el crecimiento en China ha seguido siendo "resistente" durante el primer trimestre (6,4 %) pese a la "alta incertidumbre global", provocada por una ralentización general del avance económico y las tensiones comerciales.
De todos los modos, los estudios del BM muestran cómo la demanda interna se ha ralentizado en China durante los tres primeros meses de 2019, especialmente en las zonas urbanas, donde la cautela ante la incierta situación ha conllevado una bajada en el porcentaje de gasto con respecto a ingresos, lo que también se traduce en un aumento de la tasa de ahorro.
El director del Banco en China, Martin Raiser, recuerda que Pekín ha apostado por los estímulos fiscales -y, en especial, por los incentivos en impuestos-, pero asegura que si decide aumentar el gasto para contrarrestar las presiones a la baja, debería financiarlo "de forma apropiada", ya sea desde el Gobierno central o en nuevas transferencias fiscales a las provincias.
"Más gasto en salud, educación y protección social podrían ayudar a impulsar la demanda y mejorar la calidad de los servicios -apunta-, si se combina con reformas para aumentar la eficiencia".
En lo que a la coyuntura actual se refiere, el BM considera que el Banco Popular de China (BPC, central) ha mantenido una "política monetaria generalmente prudente" ante el recrudecimiento de la pugna comercial entre el gigante asiático y Estados Unidos.
De cara a 2020, el BM afirma que la segunda economía mundial crecerá un 6,1 %, siguiendo así la tendencia desaceleradora y rebajando una décima desde el anterior pronóstico.
Esta decisión se justifica con factores como la citada pugna arancelaria, la ralentización del comercio mundial y el declive de la confianza en el entorno de los negocios, que arrastrarán, según el informe, a las exportaciones y las inversiones.