Pescanova pierde casi la mitad de su valor en bolsa el último año
- Los problemas judiciales, su iliquidez y sus escasos activos, motores de la caída
- El 2 de diciembre comienza el juicio contra su antigua cúpula directiva
Las acciones de Pescanova han perdido casi la mitad de su valor en bolsa durante los últimos doce meses, hasta cotizar en 47 céntimos, mientras sigue a la espera de la resolución de varios procedimientos judiciales abiertos.
Hoy se cumplen dos años del regreso de sus títulos al mercado después de cuatro años suspendidos de cotización, y en su vuelta al parqué pasó en una única sesión de 5,91 euros a 27 céntimos, un desplome del 95%.
En esos primeros doce meses su cotización bursátil mejoró hasta los 92 céntimos en junio de 2018, y desde entonces su evolución ha sido negativa, hasta acumular un retroceso del 49%.
El descalabro del grupo Pescanova se remonta a 2013 debido a la existencia de numerosas irregularidades contables en el seno de la empresa.
La compañía gallega entró en concurso de acreedores y vivió un proceso de reestructuración que se prolongó hasta septiembre de 2015, cuando se optó por su división en dos: la parte productiva -en manos de la banca acreedora-, a la que se llamó Nueva Pescanova, y Pescanova S.A., que quedó en manos de los accionistas originales, relegados a conservar como único activo un 1,6% del capital de la nueva sociedad.
El caso está en manos de la Audiencia Nacional desde entonces y está previsto que el juicio contra el que fuera su presidente, Manuel Fernández de Sousa, y el resto de su cúpula directiva comience el próximo 2 de diciembre.
También está en manos de la Justicia un recurso presentado por la 'vieja' contra el fallo de la Audiencia Provincial de Pontevedra de desestimar su petición de impugnar la ampliación de capital llevada a cabo en Nueva Pescanova, de la que es accionista.