España dobló su inversión extranjera en 2018 pese a tendencia a bajada global
Ginebra, 12 jun (EFECOM).- España recibió en 2018 inversiones extranjeras directas (IED) por valor de 44.000 millones de dólares (38.000 millones de euros), más del doble que en 2017, y se situó como noveno principal destino mundial de capitales, en contraste con la tendencia mundial a la baja (13 %).
Según el informe anual del Organismo de Naciones Unidas para el Comercio y Desarrollo (UNCTAD) presentado este miércoles, España esquivó el fuerte descenso de inversión hacia Europa, que fue prácticamente del 50 % y totalizó 172.000 millones de dólares (151.000 millones de euros).
Convirtiéndose así en el tercer mayor receptor europeo, tras Holanda y Reino Unido.
"Se trata de la cifra más alta para España desde 2008, principalmente favorecida por adquisiciones empresariales transfronterizas", según el economista James Zhan, director de la división de inversión y empresa de UNCTAD, en comentarios a la prensa.
Zhan recordó que la mayor de esas adquisiciones, y el origen de una importante parte de toda la inversión recibida, fue la compra de la operadora de autopistas Abertis por 23.000 millones de dólares (20.000 millones de euros) por el consorcio que conformaron ACS, la italiana Atlantia y la alemana Hochtief.
A nivel global, las IED bajaron un 13 % en 2018, hasta los 1,3 billones (1,14 billones de euros), afectadas sobre todo por las políticas fiscales de Estados Unidos, que promovieron una masiva repatriación de las utilidades de sus multinacionales.
Este descenso global se dio por tercer año consecutivo, aunque si en 2017 la razón de la bajada fue la relativa ausencia de fusiones y adquisiciones, en 2018 el principal factor fue la reforma tributaria estadounidense.
Como resultado de esa política, lanzada a finales de 2017 para favorecer la actividad económica dentro del país, EEUU redujo en 2018 la desinversión neta a 64.000 millones de dólares (56.000 millones de euros), frente a los 428.000 millones de dólares desinvertidos el año anterior.
Estos movimientos son consecuencia directa de la repatriación de utilidades a ese país, según los datos de la UNCTAD.
"La inversión extranjera directa sigue bloqueada, confinada a niveles inmediatamente posteriores a la crisis", destacó el secretario general de la UNCTAD, Mukhisa Kituyi, al comentar las cifras presentadas.
Como consecuencia de la repatriación de utilidades, las salidas de inversiones directas de Estados Unidos cayeron a una posición neta de desinversión de -64.000 de dólares, lo que representa una disminución de 364.000 millones de dólares con respecto a 2017.
Europa fue una de las grandes perjudicadas por la política fiscal de Trump frente a las empresas, aunque unos países de la región más que otros, lo que permitió a España registrar un ascenso de la entrada de capitales frente a la tendencia continental.
"Los países que acumulaban activos fiscales de empresas estadounidenses, y que los perdieron en la primera mitad del año pasado, fueron sobre todo Suiza, Holanda e Irlanda, así que España quedó fuera de esas estadísticas", destacó el secretario general de la UNCTAD, Mukhisa Kituyi.
A nivel mundial, Kituyi subrayó que "una de las principales razones para explicar el declive de la inversión extranjera son las guerras comerciales y otros problemas geopolíticos que impactan los flujos de inversión", en alusión al actual contencioso arancelario entre China y EEUU.
Si a ello se une también el conflicto tecnológico entre las dos mayores economías mundiales, simbolizado en el reciente cerco de Washington al gigante chino Huawei, todo hace pensar que la inversión exterior seguirá resintiéndose, declaró.
"Las turbulencias en los flujos de inversión no son un problema a corto plazo, ya que esta 'guerra fría tecnológica' muestra que el conflicto comercial no va a terminar en los próximos años", añadió el secretario general.
Estados Unidos se mantuvo en 2018 como el principal receptor de inversión extranjera, al atraer 252.000 millones de dólares o 222.000 millones de euros, aunque descendió un 9 % respecto a 2017.