Ford amplia las pruebas de su tercera generación de vehículos autónomos
Ford anunció hoy la ampliación de las pruebas de su tercera generación de vehículos autónomos, realizada en colaboración con la empresa de inteligencia artificial Argo AI, con el inicio de los test en la ciudad de Detroit.
Detroit se añade así a otras cuatro ciudades estadounidenses (Pittsburgh, Palo Alto, Miami y Washington) en las que la tercera generación de vehículos autónomos de Ford están en circulación.
Las pruebas están siendo realizadas con la plataforma del Ford Fusion Híbrido que cuentan con una persona en el asiento del conductor, como medida de seguridad, y un copiloto que controla el rendimiento del vehículo.
Parte de las pruebas de circulación están siendo realizadas en la zona de Corktown de Detroit, en las cercanías de la Estación Central Michigan que Ford adquirió en 2018 para convertir el edificio en el centro de sus operaciones de vehículos autónomos.
Peter Rander, presidente de Argo AI, reveló en un comunicado que los vehículos están "equipados con nueva tecnología que está un paso más cercano a las especificaciones de producción pero también modificaciones que están diseñadas para ayudar a garantizar su seguridad en variadas condiciones".
Rander también señaló que la tercera generación cuenta con un conjunto de sensores mejorados, "incluidos nuevos conjuntos de radar y cámaras con mayor resolución y un mayor rango dinámico", lo que permite ver lo que está más alejado "y clasificar qué es".
Además, los Ford Fusion Híbridos tienen un nuevo sistema informático, con más potencia de procesamiento que genera menos calor y ruido en el interior del vehículo.
En el capítulo de seguridad, la tercera generación tiene sistemas redundantes de frenado y dirección "para ayudar a mantener el control del movimiento del vehículo en el caso de que uno de las unidades deje de funcionar".
Ford no señaló cuántas unidades de los Ford Fusion Híbridos autónomos están en pruebas en las cinco ciudades estadounidenses.
Rander si dijo que las áreas de Detroit elegidas para las pruebas de circulación suponen un desafío para los vehículos por la variedad de condiciones, desde calles amplias a carriles no marcados a áreas residenciales con calles estrechas y vehículos aparcados a ambos lados.