Airbus le ha ganado el pulso en el Salón Aeronáutico de Le Bourget, norte de París, a su eterno rival Boeing, que llegaba debilitado por la grave crisis que atraviesa su avión estrella, el 737 MAX, pero que consiguió aliviar en parte gracias al anuncio sorpresa de su contrato con IAG.
La carta de intenciones suscrita el martes con IAG (casa matriz de compañías como la británica British Airways o las españolas Iberia y Vueling) por 200 unidades del 737 MAX, valoradas en más de 24.000 millones de dólares, ha sido un golpe de efecto para Boeing.
Este jueves, su vicepresidente de ventas y mercadotecnia, Ihssane Mounir, sin abandonar el perfil bajo que la aeronáutica ha adoptado desde que las autoridades prohibieran en marzo pasado los vuelos comerciales del 737 MAX por dos accidentes en cinco meses, ha dado motivos de esperanza para sacarla del "agujero".
Mounir ha contado en conferencia de prensa que Boeing está negociando varios contratos de venta para ese modelo, aunque no ha dado nombres de los potenciales clientes ni ha querido precisar cuántos son.
También se ha negado a indicar desde hace cuánto tiempo habían estado negociando con IAG y, sobre todo, si esas conversaciones se habían iniciado antes o después de que el segundo de los accidentes en Etiopía, el 10 de marzo pasado (el primero fue en octubre de 2018, que causaron 346 muertos entre los dos) lo sumiera en su crisis actual.
Para Boeing, restablecer la confianza en ese aparato es fundamental, teniendo en cuenta que ha entregado hasta ahora 387 unidades de su 737 MAX, para el que ha recibido más de 5.000 encargos.
En Le Bourget, el constructor estadounidense ha formalizado contratos para 292 aviones, lo que incluye los 200 de IAG y el resto de otros modelos diferentes al 737 MAX.
Frente a eso, según los datos provisionales presentados este jueves por el consejero delegado de Airbus, Guillaume Faury, y por su director comercial, Christian Scherer, el fabricante europeo llevaba firmados acuerdos por 363 aviones desde la apertura del Salón el lunes.
De todos ellos, 149 correspondían a pedidos firmes y 214 a opciones que no suponen un compromiso definitivo y están pendientes de confirmación.
Poco después de haber comunicado estas cifras, a las que Scherer se ha negado a dar un valor económico, Airbus ha publicado un nuevo memorándum de entendimiento por el que la compañía saudí de bajo coste Flynas muestra su intención de adquirir 10 unidades del A321XLR.
Ésa es la nueva aeronave en la que el constructor europeo ha puesto todos los esfuerzos desde que formalizó su lanzamiento el pasado lunes.
Desde entonces, ha conseguido colocar 226 unidades de esta nueva evolución de su modelo de pasillo único A321neo, que cuando entre en servicio en 2023 permitirá aumentar su autonomía 4.700 millas náuticas (unos 8.700 kilómetros), lo que significa un 15 % más que la versión que ahora tiene mayor radio de acción.
De esas 226, 48 son pedidos firmes a los que hay que sumar 79 en opciones y la conversión de 99 del modelo A321 que varios clientes habían encargado anteriormente.
Airbus también ha colocado 127 aviones de su familia de pasillo único A320; otros 85 de su familia de tamaño más pequeño, A220 (con entre 100 y 150 plazas); y 24 del A330neo, la versión renovada de su tradicional aeronave de doble pasillo.
Preguntado por el contrato sorpresa para el 737 MAX de Boeing, dado que IAG es un cliente muy mayoritario de aparatos de Airbus, Faury no se ha dado por vencido y ha recordado que el grupo británico-español sólo ha firmado una carta de intenciones, lo que significa que no se ha comprometido definitivamente.
El "número uno" del grupo europeo ha mostrado su intención de seguir compitiendo con Boeing por ese cliente, con el que dice que van a "esforzarse" para hacer ofertas que le puedan interesar.