Si durante meses Dia fue un barco que zozobraba en medio del temporal intentando a duras penas mantenerse a flote, ahora que la tormenta parece haber amainado con Mijaíl Fridman de "patrón" la compañía ha situado remendar los destrozos como primer objetivo, con oscuros nubarrones aún en el horizonte.
Hace justo un mes, los "hombres de Fridman" tomaron posiciones en el puente de mando de la cadena de supermercados, culminando así un largo proceso iniciado casi dos años antes, con el desembarco del magnate ruso en su capital.
Los desencuentros con el anterior equipo directivo, el hallazgo de irregularidades en las cuentas, el triunfo del multimillonario en la junta de accionistas, el cierre con éxito de una opa tortuosa y la firma casi en el último minuto de un principio de acuerdo con los acreedores para alargar el vencimiento de su deuda y obtener crédito adicional han jalonado el camino de Dia en los últimos tiempos.
El último paso fue la toma de control, que llegó un 21 de mayo a las cuatro de la madrugada, unas horas intempestivas para comunicar la salida de todo el consejo de administración en bloque a excepción del exsecretario de Estado Jaime García-Legaz y el nombramiento de un nuevo equipo, comandado por el que fuera máximo responsable de Lidl Karl Heinz-Holland, en calidad de consejero delegado.
Fuentes próximas a la compañía confirman a Efe que en estas primeras semanas el nuevo "capitán" del navío ha fijado como prioridad "estabilizar el negocio" y se ha centrado en cuestiones operativas urgentes.
Evitar que algunas estanterías aparezcan vacías por falta de producto debido al desabastecimiento ("rotura de stock") es una de las "vías de agua" más apremiantes, para lo que debe reforzar las relaciones con los proveedores.
En este sentido, Dia ya informó el pasado mes de febrero de la ruptura del acuerdo de asociación con la francesa Casino, que estuvo en vigor apenas un año, en 2018, y que le permitía comprar en común para elaborar sus marcas propias
Además, Heinz-Holland ya ha comenzado a viajar a todos los países donde está presente la compañía para conocer de cerca su situación: Argentina, Brasil y Portugal.
En la parcela operativa, hoy mismo la compañía ha hecho oficial la venta de 23 supermercados a la empresa andaluza Cash Lepe, dueña de la cadena El Jamón; locales que forman parte del lote de 258 tiendas que colocó en el mercado en España y de las cuales 219 están cerrando definitivamente en este mes de junio al no recabar el interés de ningún comprador.
Fuentes de Dia han confirmado, asimismo, que el proceso de venta de la cadena de perfumerías Clarel, con más de un millar de tiendas, y los 35 establecimientos de la enseña mayorista Max Descuento sigue en marcha: el objetivo es recaudar más de 100 millones de euros.
Sin embargo, el mayor peligro para la línea de flotación del grupo se encuentra en sus finanzas, ya que por el momento no ha logrado cerrar el acuerdo de principios alcanzado hace un mes con sus acreedores.
Dia informó el lunes de que ya se ha superado el plazo límite marcado inicialmente, que vencía el 15 de junio, aunque fuentes próximas a la negociación confiaban en alcanzar un pacto definitivo en cuestión de días.
El principio de acuerdo al que llegó "in extremis" el pasado 20 de mayo permitió a la empresa no verse abocada a solicitar el preconcurso de acreedores, pero hasta que no se firme formalmente no llegarán los 380 millones de euros concedidos a través de una nueva línea de financiación para cubrir sus "necesidades de liquidez".
También está pendiente del cierre del acuerdo la ampliación de capital prometida por Fridman, de 500 millones de euros, con la que Dia recuperará su equilibrio patrimonial.