Próxima parada, Osaka: Trump y Jinping miden sus 'ganas' de guerra comercial en Japón
- Los presidentes de EEUU y China se reunirán en el marco del G20
- El mundo estará pendiente de una disputa que amenaza el crecimiento
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‘Make America Great Again’. ‘Hacer América Grande Otra vez’. Este eslogan fue una de las banderas que Donald Trump enarboló con más fuerza en las Elecciones Presidenciales de 2016. Un improbable candidato del Partido Republicano se convertía en un improbable presidente de Estados Unidos al derrotar a la demócrata y favorita Hillary Clinton.
Lo improbable siempre está presente cuando se trata de Trump. Porque improbable es que un líder político amenace con un conflicto comercial que ponga en riesgo el crecimiento mundial y, por supuesto, el de su propio país. Pero eso, lo improbable, una guerra comercial, auspiciada por esa visión de querer devolver a la grandeza a EEUU por esta vía, constituye un peligro que mantiene en vilo al mundo desde que Trump ordenó nuevos aranceles a productos chinos por valor de 50.000 millones de dólares en marzo de 2018.
Desde entonces, las escaramuzas, las réplicas de China con medidas igualmente coercitivas contra productos estadounidenses, las tensiones, los amagos o las ramificaciones de los planes comerciales de Trump en Europa o Japón han sido constantes. Incluso, como en todo conflicto, las treguas, como la que Washington y Pekín sellaron en diciembre de 2018 con el fin de darse unos meses para negociar.
UNA BATALLA POR LA HEGEMONÍA MUNDIAL
Este ‘alto el fuego’ rebajó los temores en los primeros meses de 2019 para dar la razón a quienes entendían que ni siquiera Trump, por mucho que haya hecho un arte de ‘lo improbable’, sería capaz de exponerse a una auténtica guerra comercial en la que la economía y los trabajadores norteamericanos también sufrirían. Pero ya se sabe que con Trump nunca se sabe, y fue él mismo, quién mejor, el que desenterró el ‘hacha de guerra’ a comienzos de mayo. Anunció el aumento de aranceles a productos chinos por valor de 200.000 millones de dólares para denunciar que las negociaciones entre ambas potencias habían encallado y, sobre todo, para dejar claro a Pekín que pocas bromas con él. Que si hay que ir a la guerra, se va. Poco importa, parece, que las hostilidades desemboquen en un brusco frenazo de la economía mundial o, directamente, en una recesión y que cada 'tuitazo' o salida de tono de Trump se traduzca en otro latigazo de inestabilidad o volatilidad en los mercados.
"La guerra comercial entre China y EEUU está a punto de degenerar en una guerra fría en la que lo principal será la lucha por la hegemonía económica, política, tecnológica y militar de las próximas décadas"
Ahora, tras varias semanas de acusaciones y amenazas de aranceles y vetos por ambas partes, Trump y el presidente chino, Xi Jinping, tienen previsto reunirse en el marco de la reunión del G20 que tendrá lugar en Osaka los días 28 y 29 de junio. En Japón, los dos líderes pondrán a prueba las auténticas ‘ganas’ que tienen de desencadenar una guerra comercial. Porque el asunto ya va de eso, de si el cuerpo les pide agravar todavía más un conflicto que ha ido subiendo de temperatura en las últimas semanas. “La guerra comercial entre China y EEUU se ha iniciado, ha sobrepasado la etapa de las escaramuzas iniciales y está a punto de degenerar en una guerra fría en la que lo principal será la lucha por la hegemonía económica, política, tecnológica y militar de las próximas décadas”, expone Juan Ignacio Crespo, analista financiero y asesor del fondo de inversión Multiciclos Global de Renta 4.
LO PEOR, LO MEJOR… LO PROBABLE
A priori, se manejan tres escenarios sobre este encuentro de Tokio. El peor, que constaten sus profundas diferencias y que desaten esa batalla para dirimir de una vez por todas quién será la potencia hegemónica de los próximos años, con la tecnología como principal exponente, por mucho que la actividad comercial y el crecimiento mundial sufran con ello. "Los inversores están atrapados en la guerra comercial entre Estados Unidos y China, que se está convirtiendo en una 'guerra fría tecnológica' que amenaza con alterar las cadenas mundiales de suministro", avisa que Neil Dwane, estratega global de Allianz Global Investors. El mejor, que directamente sellen una paz comercial duradera y que todos pasen a ser socios comerciales fiables. Y el más probable, porque los dos anteriores parecen demasiado extremas, es que Trump y Jinping anuncien algún tipo de acuerdo… para seguir negociando. Es decir, que de solución definitiva, nada de nada, con lo que todo apunta a que el ‘culebrón comercial’ seguirá dando más episodios, con fases de relajación y otras de tensión, con lo que la amenaza persistirá. Los bancos centrales, por si acaso, ya están aplicando o preparando nuevas medidas expansivas para mitigar un impacto que ya se nota porque frena las inversiones y las transacciones comerciales.
"Una auténtica guerra comercial perjudica a todos. Por eso parece improbable. Pero el mundo se ha llenado de ‘improbables’ en los últimos años"
Por ahora, el propio Trump ha reconocido esta semana que mantuvo una conversión con Jinping y que confirmaron el encuentro en Tokio, que ya está siendo preparado por los técnicos de ambas delegaciones. O lo que es lo mismo, mostró un tono cordial que deja entrever que el peor escenario será evitado.
En el fondo, es lo que, supuestamente, conviene a todos. Como exponen desde Link Securities, “Trump necesita que tanto la economía como los mercados lleguen en buen estado a las Elecciones Presidenciales de EEUU de 2020 si quiere tener alguna posibilidad de ser reelegido y él sabe que un enquistamiento de la batalla comercial con China podría tener efectos muy nocivos tanto en el crecimiento económico de su país como en las bolsas, por lo que entendemos que intentará, antes o después, cerrar un acuerdo comercial”. Y añaden: “Lo que no tenemos tan claro que el país asiático esté por la labor, y ello a pesar del evidente impacto negativo que las tensiones comerciales con EEUU están teniendo en la economía china”.
Vamos, que todos pierden con la guerra comercial. Por eso parece improbable. Pero el mundo se ha llenado de ‘improbables’ en los últimos años. De ahí que al final todo dependerá de las ganas que EEUU y China tengan de pelearse.
**Por error, en la primera versión de este artículo figuró que la reunión del G20 era en Tokio, cuando se celebrará en Osaka.