Una mayor penetración del gas natural, con el actual modelo de retribución y sin inversiones adicionales, generaría alrededor de 900 millones de euros de ahorro anuales a España, según un estudio de PwC Strategy& para Sedigas, la asociación que reúne a las empresas gasistas españolas.
El estudio, que ha sido presentado este martes con motivo de la celebración de la Reunión Anual de Sedigas, concluye que con el modelo vigente y sin inversiones añadidas, la conversión de usuarios domésticos a gas natural muestra un potencial adicional de 1,3 millones de puntos de suministro sobre los 7,9 millones actuales, lo que generaría un ahorro total para el país de 274 millones de euros.
El cambio de otros combustibles por gas en los sectores industrial y de servicios el informe estima un potencial de 14 teravatios horas (TWh) y un ahorro de 592 millones de euros.
Además, según ha dicho la presidenta de Sedigas, Rosa María Sanz, sobre esos ahorros cercanos a los 900 millones anuales, que se calculan hasta 2025, se podrían generar 630 millones de euros de ahorro adicionales al año, si se hicieran nuevas inversiones.
El informe también señala que la reforma del sistema gasista que se hizo en 2014, que supuso un recorte de 283 millones de euros anuales de costes, cumplió con el objetivo de eliminar el déficit, que desaparecerá definitivamente en 2022.
Con el marco regulatorio vigente, la retribución de transporte y distribución es inferior a la media europea, lo que hace que un usuario doméstico español de gas pague 3 euros menos que la media europea en costes y peajes.
Rosa María Sanz ha destacado la importancia que tiene la estabilidad regulatoria para que el gas juegue el papel que le corresponde en la transición energética, en el que el gas será una solución complementaria.
Ha explicado que el reto es conseguir que el gas renovable forme parte de la matriz energética en 2050, pues la solución para descarbonizar la economía en esa fecha no será exclusivamente eléctrica porque "no es factible la electrificación total" de la economía.
En este sentido, ha indicado que la solución pasa por una integración de energías renovables, es decir de la electricidad renovable y del gas renovable.
"Estamos hablando de energía renovable eléctrica, pero también de energía renovable que se puede utilizar para producir gases renovables, como el hidrógeno", ha dicho Sanz, que ha indicado que no hay una solución eléctrica viable para algunos tipos de industrias, la movilidad de larga distancia o el transporte marítimo, a lo que se une que el gas puede ser almacenado en grandes cantidades.
Ha señalado que Sedigas reclama que haya certificados de origen para el gas renovable, al igual que los hay para la electricidad renovable, para lo cual están trabajando con el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía (IDAE).
Asimismo, ha indicado que han propuesto a este organismo la posibilidad de hacer subastas de gas renovables para impulsar estas tecnologías, a fin de que ese impulso tenga el menor coste posible para el consumidor.
Sanz ha insistido en la importancia de que haya estabilidad regulatoria para conseguir las inversiones necesarias para llevar a cabo la transición energética.
Según el informe presentado este martes, España es el destino de más de 425.000 millones de inversión extranjera a día de hoy.