La Reserva Federal (Fed) aprobó hoy los planes de dividendos y recompra de acciones de 18 de los grandes bancos de EE.UU. dentro de los test de resistencia que lleva a cabo anualmente el banco central, aunque exigió al suizo Credit Suisse que aborde algunas debilidades de planificación de capital.
"Las pruebas de estrés han confirmado que los bancos más grandes están bien capitalizados y dan alta prioridad a las prácticas de planificación de capital sólidas", expresó el vicepresidente de supervisión de la Fed, Randal Quarles, en un informe.
El directivo consideró que los resultados de estos exámenes demuestran que los bancos y el sistema financiero estadounidense "son resistentes en tiempos normales y bajo estrés".
En la edición de este año únicamente se analizaron la mitad de las entidades bancarias puestas a prueba en 2018, después de que la Fed revisara sus procesos analíticos por las quejas recibidas por parte de la industria.
El banco central estadounidense decidió entonces que los bancos con activos en el país de entre 100.000 y 200.000 millones de dólares realizaran estos exámenes cada dos años.
En total, solo cinco entidades de otros países tuvieron que pasar los exámenes de este año: el alemán Deutsche Bank, los suizos Credit Suisse Group y UBS Group, el británico Barclays y el canadiense TD Bank.
Las 18 entidades bancarias, incluyendo JP Morgan y Bank of America, ya superaron con éxito los test de estrés cuantitativos la semana pasada.
Uno de los bancos que mayores dudas había levantado era la filial estadounidense del Deutsche Bank, después de que la Fed la incluyera en su lista de "bancos con problemas" y advirtiera de su viabilidad financiera, según el diario The Wall Street Journal.
Sin embargo, la Fed advirtió en esta ocasión a la filial estadounidense del suizo Credit Suisse, a cuyos directivos exigió abordar ciertas debilidades en sus procesos de planificación de capital y presentar un plan antes del próximo 27 de octubre.
El toque de atención que recibió hoy el banco suizo es el mismo que la Fed hizo a Goldman Sachs y Morgan Stanley el año pasado, aunque no significa que ninguna de las tres entidades haya suspendido los exámenes.
"En resumen, prácticamente todas las compañías ahora están cumpliendo con las expectativas de planificación de capital de la Reserva Federal, lo cual es una mejora con respecto a la evaluación del año pasado", destacó la junta de la Fed.
De hecho, el banco central subrayó que los bancos analizados han aumentado "significativamente" su capital desde la primera ronda de pruebas de estrés en 2009.
De este modo, se confirma la buena salud del sistema financiero estadounidense, ya que la semana pasada todos los grandes bancos recibieron luz verde por parte de la Fed respecto a los requisitos de capital y crédito, los considerados exámenes cuantitativos.