Economía

Lee Iacocca, primer ejecutivo "pop", salvó a Chrysler de la ruina

3 julio, 2019 20:20

Nueva York, 3 jul (EFECOM).- El empresario Lee Iacocca, el primer gran consejero delegado en convertirse en una estrella mediática "pop" y el hombre que salvó a Chrysler de la ruina, falleció anoche a los 94 años por complicaciones en el Parkinson que padecía.

Iacocca, que se encontraba retirado en Los Angeles (California), no solo consiguió cambiar el rumbo de la empresa, sino que marcó el paso para los Steve Jobs de hoy: los consejeros delegados dejaron de ser grises empresarios que fugaban al golf para convertirse en grandes figuras de actualidad, capaces de atraer al cliente, a las autoridades y de gestionar sus empresas.

Hijo de inmigrantes italianos, nació en octubre de 1924 en Allentown (Pensilvania), estudió ingeniería industrial y llegó a convertirse en el máximo responsable de Ford, antes de ser despedido y recalar en Chrysler, una compañía con grandes apuros financieros.

Iacocca consiguió convencer al Gobierno estadounidense de que rescatara a la compañía, cuya situación económica no convencía a los prestamistas bancarios, y recibió 1.500 millones de dólares de las arcas federales, con los que logró reflotar la empresa y devolver -con intereses- lo prestado antes de lo previsto.

"No teníamos ningún otro lugar donde ir, así que cuando dudas, te arrodillas y rezas. Nuestra agencia publicitaria me dijo que no me podía esconder en un búnker, así que salimos y le pedimos al público que confiara en nosotros", dijo en una entrevista de 2006 que cita The Wall Street Journal.

Antes de eso, en la década de los sesenta, Iacocca vio la necesidad entre el público estadounidense de un coche pequeño, deportivo pero asequible: el Ford Mustang, lanzado el 17 de abril de 1964 y que fue toda una sensación. En año y medio en el mercado, la compañía vendió más de un millón de unidades de este modelo.

Iacocca se convirtió en una sensación y protagonizó diversos anuncios, su autobiografía fue un éxito de ventas y abanderó una campaña para restaurar la Estatua de la Libertad, símbolo de aquellos provenientes de familias inmigrantes como él.

Tal fue su predicamento que el Partido Demócrata lo tentó para que se lanzase a la carrera presidencial, algo a lo que finalmente no se arriesgó.

Si su vida ejecutiva fue televisada, también lo fue su retirada de las juntas de administración: en 1992, su último año como presidente, hizo un "tour" de despedida que incluyó apariciones estelares en programas como "Larry King Live" o "Nightline".

Tres años después de su retirada, en 1995, apostó por el intento de Kirk Kerkorian de hacerse con el control de Chrysler, pero falló, lo que llevó a que la compañía fuera adquirida por la alemana Dailmer-Benz en 1998.