El sueño indio de duplicar el PIB se topa con la ralentización económica
David Asta Alares
Nueva Delhi, 4 jul (EFECOM).- El primer ministro de la India, Narendra Modi, quiere duplicar el producto interior bruto (PIB) en solo cinco años a pesar de la ralentización que vive el país, un ambicioso plan que el Ministerio de Finanzas ha esbozado este jueves en la víspera de la presentación de los presupuestos y que algunos analistas califican de irrealizable.
El PIB de la nación asiática crecerá un 7 % en el año fiscal 2019-20, y mantendrá un déficit fiscal del 3,4 %, estimó hoy el Ministerio de Finanzas durante la presentación del estudio económico que precede cada año a los presupuestos estatales.
El documento fija la ruta a seguir para convertir a la India en una economía de 5 billones de dólares antes de 2025, para lo que necesita crecer un 8 % cada año.
¿Es un objetivo realista? El Ministerio reconoció que el gigante asiático se enfrenta a una ralentización económica que afectará al cobro de impuestos, con un aumento del PIB en el año fiscal 2018-19 del 6,8 %, lo que supone el menor crecimiento en un lustro.
"La India está creciendo muy por debajo de su potencial, y para solucionar esto tiene que hacer frente a muchos problemas", afirmó a Efe Devendra Pant, el economista jefe de India Ratings and Research de la agencia de calificación Fitch.
Uno de los desafíos a los que se enfrenta el país es que recaudó unos 19.000 millones de euros menos de lo esperado en el pasado año fiscal, así que va a necesitar un crecimiento "muy elevado" para compensar el agujero en las arcas, según Pant.
El desempleo del 6,1 % en 2017-2018, el número más alto en casi 45 años, y la crisis en el sector agrícola son otros de los desafíos de la economía india, un país donde cerca de un 60 % de la población es rural y depende de la agricultura para subsistir, según el censo de 2011.
La nación ha visto manifestaciones masivas de agricultores ahogados por las deudas, el lento crecimiento del sector y la volatilidad de los precios.
Problemas a los que el primer ministro, Narendra Modi, trató de responder con subsidios en su presupuesto provisional del pasado febrero antes de las elecciones de abril-mayo, en las que su partido, el BJP, obtuvo una contundente victoria, mejorando incluso la mayoría absoluta obtenida en los comicios de 2014.
Pero según la profesora especializada en economía agraria de la Universidad Jawaharlal Nehru (JNU) de Nueva Delhi Seema Bathla las lluvias del monzón están siendo más bajas de lo habitual este año, malas noticias para un país en el que el 60 % de los cultivos dependen de las lluvias.
"El problema es que si hay menos precipitaciones un año, y este año está por debajo de la media, afecta a la producción industrial y al crecimiento", dijo Bathla a Efe.
El Gobierno anunció en su presupuesto provisional subsidios de 6.000 rupias anuales (unos 84 dólares) para los agricultores con menos de dos hectáreas de terreno, y luego lo extendió al resto, así como exenciones fiscales para la clase media.
Un presupuesto "completamente político" debido a la cercanía de las elecciones que dieron la reelección a Modi e incluso "poco ético" por la parte del Gobierno, según el profesor adjunto de economía de la JNU Rohit Azad.
Aún así, Azad y la mayoría de expertos contactados coincidieron en que los presupuestos que se darán a conocer mañana estarán en la misma línea que los provisionales, ya que el coste político de dar marcha atrás en los programas sociales sería demasiado elevado.
Unos gastos sociales que la nueva ministra de Finanzas, Nirmala Sitharaman, deberá equilibrar en los presupuestos definitivos de mañana con el más pragmático objetivo de reducir el déficit fiscal al 3 % antes de 2021.
"Va a ser muy difícil para Nirmala Sitharaman combinar estas dos intenciones", sintetizó a Efe el asesor y exdirector de Geoeconomía y Estrategia del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS) Sanjaya Baru.
Lo importante para el Gobierno es, según Baru, es cambiar las expectativas y convencer a los agentes económicos de que la mala racha india ha acabado.
La India podría llevar a cabo privatizaciones masivas o entrar en una nueva fase de liberalización con los países asiáticos vecinos para alcanzar el objetivo de duplicar el PIB en cinco años.
Pero el mercado internacional "no pinta tan bien" en este momento y el mercado indio está marcado por una creciente desigualdad de ingresos poco propicia para que el consumo haga crecer el PIB al ritmo deseado por el Gobierno, según Azad.
"De alguna forma, no veo cómo puede pasar eso", sentenció el profesor.